Luces y sombras en la visita del Papa a tierra santa
Jerusalén la ciudad santa de la paz del gr. "hieros" y del hebreo "salam".
Seguí la visita del p.p (primus pater que es como se llama en la jerga eclesial al custodio de la tumba de san Pedro a través de una cadena polaca (Polonia semper fidelis) que transmitió escenas emocionantes como aquella en que el patriarca de Bizancio y el de Rpma, Francisco y Bartolomeos, se arrodillan ante la gruta del sepulcro de Jesús.
La media occidental obvió tales imágenes ¿adrede? pero, no obstante, se trata de un encuentro historico sólo parangonable a otro anterior hace muchos años del de Pablo VI con el primado oriental Atenagoras. Ha ocurrido un anticlimax porque el ecumenismo murió
A Francisco se le veía cansado y no muy elegante: la esclavina le tapaba la cabeza cuando discursaba en el aeropuerto Ben Gurion y a través de su sotana transparente se proyectaba su trasero enorme de argentino que como bife y se le señalaban los calzones.
La cruz pectoral de bronce muy sencilla no frills contrastaba por su pobreza con el oro y amatista de los obispos orientales. Se transmitía un mensaje de cansancio y de rutina.
Benedicto XVI su antecesor iba hecho un cincel calcetines rojos, cáligas, y una sotana de buen paño de Baviera. Dicen que Bergoglio es un especialista en la destrucción del protocolo pero creo que un Papa debe dar otra imagen un poco más edificante.
Francisco viste como aquellos jesuitas que iban a jugar al fútbol en el Stella Maris comillense en sus encuentros con los del seminario mayor que jugaban con playeras pero sin quitarse la sotana. No sé si estaré desbarrando pero el sucesor de San Pedro en su último viaje a Tierra Santa dio una precaria impresión.
A todas luces se ve que la gira fue manipulada y tuvo que taparse la cruz pectoral en su visita al Muro de las Lamentaciones.
Con todos los respetos para la religión de San Moisés esto sin duda a muchos creyentes les habrá parecido una humillación. A Cristo nunca se le tapa. Redemtpor omniun.
Es el Salvador de los unos y de los otros e incluso de los que no creen pero no nos adentramos en cuestiones políticas y razones de protocolo.
A lo mejor nuestro buen pontífice argentino profesa la actitud de san Ignacio de que el fin justifica los medios. Pero eso sólo lo sabe el Espíritu y sea dicho llana y sencillamente sin ánimo de injuria.
Sólo la corrección fraterna y el honor a la verdad me anima a proferir tales reservas al viaje pontifical. Beso de salutación histórica entre Roma y Constantinopla pero en ese acercamiento faltaba uno: el patriarca de Moscú Su Santidad Cirilo. Dicen que Moscú es la Tercera Roma. El Tercer Templo pero de eso tampoco estamos seguros. Sólo nos salvará la fe en Cristo
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