Agradecimiento al servicio de paliativos del área sanitaria VII
Siempre se levanta la voz cuando un servicio público –o los profesionales que lo componen– no funciona correctamente, pero es de ley levantarla también cuando las cosas se hacen bien o muy bien. Por ello relato mi experiencia con el equipo de paliativos de la comarca del Caudal (área sanitaria VII).
A raíz de una enfermedad terminal de mi madre y por indicación de nuestra médica de familia, en julio de 2013 pasó a ser atendida por el servicio de paliativos formado por el doctor Ricardo y Geli (ATS), servicio cuya existencia, hasta la fecha, desconocíamos.
Se presentan en el domicilio y, tras su primer acercamiento al paciente, empiezan su estudio sobre cómo afrontar el tratamiento de la enfermedad, del dolor y de otros problemas físicos e incluso psicológicos de paciente y de sus familiares, procurando siempre el confort, la felicidad y el bienestar; en resumen, mejor calidad de vida.
Programan un régimen de visitas en función del estado del paciente y de la respuesta al tratamiento. Inicialmente la visitaron cada dos días, y tras una leve mejoría espaciaron las visitas dos días a la semana y posteriormente a una semanal, siempre según su estado. En el momento en que tenía el mínimo problema, tras una llamada a su móvil, se presentan en el domicilio.
Últimamente el avance de su enfermedad fue grande y su estado se agravó, por lo que las visitas empezaron a ser diarias y ajustando continuamente la medicación para evitar el dolor y buscar el menor sufrimiento posible. Siempre estuvo bien atendida y nunca necesitó estar hospitalizada; pasó la enfermedad en su domicilio, tranquila y rodeada de su familia. El pasado 14 de mayo se desencadenó el desenlace fatal.
Los familiares estamos orgullosos de cómo llevó la enfermedad y de cómo pudimos ayudarla, siempre con los consejos y la ayuda del equipo de paliativos.
Aun después de su fallecimiento, continuamos recibiendo sus llamadas ofreciéndonos, por si fuera necesario, apoyo y ayuda psicológica. El trato con el paciente por parte de estos dos profesionales es exquisito, directo, amable y cercano.
Muchísimas gracias por vuestra labor y vuestra ayuda.
José Manuel García Fueyo, Mieres
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