Menos abusos y más justicia
Mi más enérgico rechazo al asesinato de la presidenta de la Diputación de León. Es horrible, abominable e inútil, genera dolor y conmoción y nada lo puede justificar. Algunos apoyaron y jalearon el macabro hecho en las redes sociales. En un lugar, al que todos los ciudadanos tienen acceso, no nos sorprenden pintadas, insultos, apologías de lo que sea, porque es difícil poner puertas al campo. Está mal, a nadie le agrada y por supuesto que pueden incitar al odio, pero otras muchas actitudes también. Y puestos a revisarlas, revisémoslas todas por si incitaran a algo y hubieran de modificarse. Veamos sólo algunos ejemplos y pensemos si nos generan emociones positivas y amables o todo lo contrario:
- Cargos públicos que se extralimitan en sus funciones haciendo y deshaciendo a su antojo, confundiendo la gestión con la posesión, sintiéndose dueños con derecho a todo.
- El enriquecimiento de muchos a costa de dinero público. Cuentas millonarias por aquí y por allá. Se habla de millones de euros con la mayor naturalidad. Un ejemplo, pongamos que fulanito tiene cincuenta millones de euros en Suiza, son 8.319.300.000 pesetas, es decir, ocho mil trescientos y pico millones de las antiguas pesetas. A mí me resulta difícil imaginarme esa cantidad. Y más si la comparamos con los 426 euros con los que se tienen que arreglar muchas familias.
- Los recortes en sanidad, educación, servicios sociales, investigación... etcétera.
- Los desahucios a diario mientras crece y crece el número de viviendas vacías.
- Los que no recuperan su propio dinero de las cajas de ahorros.
- Los sueldos y las dietas de los cargos políticos.
- Las desigualdades sociales.
Estará bien reflexionar y conocer qué cosas son las que más tensiones, rencores y odios provocan, para evitarlas no demasiado tarde, para regenerar la política y este modelo de sociedad inmoral, inhumano, que asfixia a unos para beneficio de otros.
No sé si la capacidad de aguante es ilimitada, pero hay actitudes hirientes, ofensivas y totalitarias que destruyen la confianza y generan conflictos.
La justicia tendría que ayudar a paliar el problema, pero no es igual para todos, cuando más poderoso más intocable; de hecho, hay muchos aforados.Y quien elige a los jueces los tendrá de su parte. Ahora también es más cara; si no tenemos dinero, no podremos reclamar. Hace tiempo que espero oír a alguien de algún partido que pretenda cambiar la ley para que a los tribunales accedan los jueces por méritos propios en lugar de que los partidos los elijan para su conveniencia.
En fin, volvamos al título y ojalá que veamos menos abusos y más y mejor justicia.
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