Más sobre los badenes de Ciudad Naranco
El pasado 5 de junio se publicó una carta mía denunciando los ruidos que provocan los recientemente instalados badenes de la calle Santiago de Compostela, a la que Juan Vega respondió alegando que los ruidos terminarían al acabar unas obras cercanas y que entonces tendríamos la tranquila calle que todos queremos.
Este vecino de la calle entiendo que vive en uno de los bloques que no dan directamente a la calle Santiago de Compostela y que tampoco ha hablado con alguno de los vecinos de su comunidad que, como yo, sí tenemos un badén bajo nuestra ventana, ya que, si no, no se explica la ligereza de sus reflexiones.
Tampoco se habrá percatado del constante "blum-blum" que producen los coches a su paso, ni de las vibraciones de la casa al paso de camiones pesados, ni de los ruidos al paso de furgonetas, grúas y camiones ligeros que frecuentan la calle y a los que parece que se les cae la carga al paso por los badenes.
Tampoco se habrá molestado en informarse y comprobar que un badén es la última de una serie de medidas que deberían haberse tomado antes y que precisamente es la última por los perjuicios que producen a los vecinos.
Tampoco se habrá percatado de que la instrucción técnica para la instalación de reductores de velocidad especifica que no se pueden poner en calles con volumen de tráfico como la nuestra, que en horas punta duplica la indicada en dicha instrucción, precisamente porque el problema de ruidos que generan es elevado.
Radares, pasos de cebra elevados, señalización de alta visibilidad, estrechamiento de la calzada o reordenación del tráfico son soluciones que no se han probado y que serían efectivas, sin falta de ocasionar molestias a nadie.
Badenes como los que se han puesto no se ponen en ningún sitio desde hace tiempo. La elección de esta tipología de reductores de velocidad ha sido totalmente errónea y agradezco al Ayuntamiento los estudios que se están haciendo esta semana para confirmar lo errónea o acertada de la elección.
Aun así, los ruidos están ahí, son mucho más molestos que los de los pocos coches que superaban la velocidad permitida, se siguen sin respetar los pasos de cebra, sigue habiendo adelantamientos en la calle y los perjuicios ocasionados a las familias que vivimos encima de los badenes no compensan los escasos beneficios que han obtenido otros a costa de nuestra tranquilidad.
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