Hacia la esquizofrenia social
A todos, puesto que todos somos importantes:
En este país está muy extendido el uso de los programas de apadrinamientos, que luchan en su mayoría contra la pobreza, el maltrato, el abuso, y muchos de los problemas que tiene la infancia en riesgo; muchas ONGs están desarrollando programas para defender o garantizar la vida de aquellos que están siendo explotados o los que no pueden levantar su voz, quiero hablaros de estos últimos los que no pueden levantar su voz.
La nuestra es una sociedad solidaria y creo sin temor a equivocarme que ejemplar en muchas cosas, pero es una sociedad que está siendo legislada por las necesidades que esta genera, sin tener en cuenta los valores sobre los cuales fue fundada, su historia o sus verdaderas problemáticas, muchas de las leyes que nos condicionan, atacan o solucionan los problemas no desde la raíz si no de la forma más rápida y popular según los intereses partidistas del momento, dando lugar a leyes que no siempre son lo mejor para una sociedad del siglo 21 que jacta de defender la despenalización de la pena de muerte, y que tienen defensores a ultranza como nuestro presidente, (cosa que me parece muy bien) pero que no se apena por los niños que nunca nacieron o nacerán. Esta sociedad corre el peligro de padecer una especie esquizofrenia social (evidentemente hablo en sentido figurado) donde las cosas son buenas o malas, mejores o peores, en base a sus necesidades, lo cual nos lleva a un callejón sin salida.
Pasan cosas como estas, no podemos talar un árbol que esté protegido por su rareza o porque es anti ecológico, hay leyes para proteger la vida animal y vegetal y así debe ser, pero si podemos cortar una vida aunque esta sea diferente y única. Decimos constitucionalmente, no sólo nosotros si no a nivel internacional, que todo hombre tiene derecho a la vida, pero la vida de un ser que aún no ha nacido y que es completamente diferente a la de la mujer que lo sustenta o alberga, no tiene derechos o no son tan importantes, y peor aún, algunos ni lo consideran en ser humano así tenga 14 semanas de gestación.
Ahora parece que la cosa va más allá y ni aún los padres vamos a poder decidir sobre nuestros hijos menores de edad, para tal caso papá Estado se atribuye el derecho. Creo que estamos rizando el rizo. Este es un momento histórico, una de aquellas raras oportunidades donde debemos más que nunca hacer algo, para que esta nueva ley no prospere. No creo en el enfrentamiento, pero si en levantar nuestra voz de forma pacífica, si en los buenos ejemplos, si en las buenas soluciones aunque estas sean impopulares, inclusive en la oración, aunque me tachen de derechista, que no lo soy, o conservador, estereotipos que se usan como espadas vergonzosas por aquellos que quieren triunfar en la razón a toda costa.
Yo soy un ciudadano más que simplemente quiere decir ¡basta¡ Me gustaría decirles a todos aquellos que creen que la nueva ley de interrupción del embarazo vulnera nuestra autoridad o responsabilidad de padres, o a los que creen que simplemente no debería ampliarse el tiempo o los supuestos, que no queden callados, a veces el silencio que otorgamos por el que dirán, nos lleva a ser parte inactiva de un proceso injusto. La indiferencia o el conformismo no son bajo mi humilde punto de vista opciones válidas en este momento, no somos llamados a ser espectadores, si no hacedores, no estamos para servir a los propósitos partidistas de algunos gobiernos, si no para demandar mejores políticas y respeto, sigamos siendo solidarios, pero esta vez también con los que no pueden levantar su voz.
Quien salva una vida, salva al mundo entero.
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