20 de junio
El 20 de junio es el día de las personas refugiadas. Una buena ocasión para recordar que continúa una de las más graves crisis de personas refugiadas de las últimas décadas: la de las personas refugiadas sirias. Más de 2,7 millones de personas sirias (más de la mitad, niños y niñas) se han visto obligadas a huir de las graves violaciones de derechos humanos y del conflicto armado que desde hace tres años asuela su país y que les impide regresar. La mayoría de esas personas se ha visto obligada a permanecer en campos de refugiados en los países vecinos viviendo en condiciones inadecuadas; por ejemplo, sin acceso adecuado a servicios sanitarios y hospitalarios. Esa situación es resultado directo del fracaso de la comunidad internacional a la hora de responder de manera adecuada a los llamamientos de ayuda internacional del Acnur, de los cuales sólo se ha recaudado un 17%. Por ello es imprescindible que el Gobierno español aumente sus contribuciones al Acnur y contribuya a mejorar las condiciones de vida en esos campos, así como que asista y proteja a las personas refugiadas sirias. Toda Europa debe asumir su responsabilidad en esta protección. España y toda la Unión Europea deben abstenerse de devolver a personas sirias a Siria o a los países vecinos. Jordania, Líbano y Turquía ya acogen a un gran número de personas refugiadas.
Éste es también un buen día para recordar que es inaceptable que un número creciente de personas refugiadas y migrantes encuentren la muerte cuando intentan llegar a Europa. Las personas refugiadas sirias también se ven afectadas por las políticas de cierre de fronteras, de rechazo en frontera o de interceptación en alta mar. En Ceuta y Melilla, las autoridades españolas no permiten a las personas sirias pedir asilo en frontera, lo que las obliga a buscar otros canales para entrar. Cuando lo hacen y consiguen pedir asilo, se les impide pasar a la Península y se les obliga a permanecer en los centros de estancia temporal de esas dos ciudades, centros que deberían garantizar que las personas sirias que llegan a esas fronteras puedan pedir asilo y acceder a un proceso justo donde se garanticen, entre otras cosas, unas condiciones de vida dignas. No es lo que ha ocurrido hasta ahora, ya que no se está permitiendo que las personas sirias que llegan a las fronteras de Ceuta y Melilla pidan asilo en la frontera.
Un buen día, en definitiva, para recordar que España se ha comprometido hace meses a reasentar a 130 personas sirias, sin que hasta ahora haya dado pasos para ello. Es necesario que el Gobierno de España cumpla con sus obligaciones internacionales de solidaridad internacional y de corresponsabilidad, y contribuya a proteger y asistir a las personas refugiadas.
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