Antoni Tàpies y el informalismo simbólico
Hace unos días emitieron por televisión un programa cultural, que trataba la obra de uno de los pintores contemporáneos más controvertidos y difíciles de entender por su complejidad abstractiva. Estoy hablando del pintor y escultor Antoni Tàpies. A raíz de este documental al fin he descubierto parte del entresijo de su peculiar carrera artística. Para una persona profana en el mundo del arte, sus cuadros son algo casi incomprensible; pero si se analizan con detenimiento se puede llegar a entender. El sentido de su creación pictórica es el uso de texturas y de materias innovadoras en el ámbito de la pintura. Materiales que con diferentes momentos de secado, y que incluso no se sabe qué durabilidad tendrán éstos en el tiempo. Estamos delante de una vanguardia en el arte. Éste es uno de los secretos del itinerario artístico de Tàpies, y más en concreto de sus obras abstractas, porque en sus inicios pintaba de forma figurativa. Antoni Tàpies es uno de los máximos exponentes del informalismo, siendo su obra abstracta pero dotada de un fuerte simbolismo. Tàpies se inspirará en su propio apellido, que traducido del catalán al castellano significa “muros” de fincas o parcelas, para pintar sus cuadros que contendrán al igual que esos muros, diferentes surcos y grabados en sus paredes, aplicándolo a la elaboración de su obra. Éste es el segundo secreto y elemento clave para comprender su muy a menudo enigmático arte.
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