Los cocos del PP

Todo este ruido y parafernalia mediática de la abdicación monárquica del anterior rey Juan Carlos I y el nuevo rey Felipe VI, le ha venido de perlas al Gobierno del PP y al propio partido. Esta distracción entre una Monarquía estable y una incierta República, auspiciada por casi todos los partidos de la casta la ha manejado de cine el PP.

La maniobra de los peperos, y de otros partidos de centro, ha sido aprovechar estos golpes de fervor patriótico borbónico para que no se les escape la gobernanza del país. Y ahora lo que mola es meternos miedo o sea sacar al coco a pasear por España. Que si Podemos es la izquierda muy radical, que constituye "una falsa alternativa revolucionaria que garantiza una represión cada vez mayor". Que su líder Pablo Iglesias es un gran falso y un dictador nato que nos lleva a una república bananera El caso es demonizar al contrario que les ha ganado la calle y la complicidad ciudadana. Y ellos, el bipartidismo y adláteres, siguen sin solucionar los problemas esenciales de los españoles.

Ahora el coco del PP ya nos amenaza con el pavor de lo que sería el futuro de España con el poder radical de Podemos y del secesionismo catalán y vasco.

Más cocos del PP: la inestabilidad política y económica por rechazar la sucesión en la monarquía borbónica. Otros cocos es el creciente poder de anarquismo terrorista (¿de los alternativos?) eso quiso decir el director general de la Policía Ignacio Cosidó. Y el mismo diablo del miedo es la pérdida del poder del régimen actual, del bipartidismo dominante.

Eso que algunos llaman casta, otros llamamos élites privilegiadas y poderosos, están diseñando la defensa de sus intereses. Están bastante desazonados después de los resultados de las últimas elecciones europeas. Pero ha sido la crisis la que ha acrecentado la desigualdad en España. Han sido las brutales reformas y los recortes inútiles los que han hundido a la clase media española y aún más a los pobres. Todo ello para salvaguardar el privilegio de esas élites o castas. La enorme fragmentación social entre españoles la ha provocado fundamentalmente el capitalismo financiero de corte radical.

Ahora, Rajoy y sus peperos, nos vienen con la reforma fiscal, con más promesas y propuestas engañosas para la elecciones del 2015 y 2016. Nos vuelven a tomar por tontos. Esas reformas, dicho sin acritud exacerbada, son patochadas del ministro Montoro. Una rebaja del IRPF y de otros impuestos, que favorece, como siempre, a las grandes fortunas. El GESTHA (Sindicato de Técnicos de Hacienda) denuncia que estas medidas benefician a las clases acaudaladas; son un guiño para las rentas más altas. Es una reforma regresiva, y continúa sin perseguir el fraude y la evasión fiscal, afirman también desde la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda. Son medidas que nos favorecerán, claro, para el 2015 y 2016, dice un eufórico Rajoy, sin caerse del burro; pero ya no le creemos muchos millones de españoles. Nosotros queremos arreglar la situación económica y social desde ahora; no sabemos quién nos gobernará en 2016. Esta reforma del PP es injusta y regresiva, perjudica a las clases medias y desmantela aún más la Sociedad de Bienestar.

Estas decisiones del Gobierno de Rajoy, para los pobres, para la clase trabajadora mileurista, son limosnas; es la clase media la que soportará esta raquítica reforma. Con todo este belén de regalitos preelectorales y tejemanejes electoralistas del PP, el déficit público seguirá disparatado en cifras escandalosas, que hasta la UE nos saca ya tarjeta amarilla. La bajada de impuestos con la consiguiente reducción sustancial del gasto público al disminuir los ingresos públicos, acabará aniquilando al PP en las próximas elecciones.

La ley de seguridad ciudadana con la exagerada represión de manifestaciones anti régimen, son otros cocos del PP. Eso sí, del latrocinio, de la economía sumerguida, la corrupción, los defraudadores, la impunidad y los aforamientos no habla nada el PP ni Montoro.

Con estos cocos que nos lanza el PP y otros partidos ¿cómo no se va a radicalizar el voto? ¿Con estos cocos ellos no recuperarán nunca el voto perdido, ya desafecto y harto de tantas monsergas rajonianas.

Millones de españoles reclaman una verdadera representatividad de los ciudadanos en la vida social y política. Las innumerables Marchas de la Dignidad reclaman una renta básica: pan, trabajo y techo.

Las elecciones autonómicas y municipales están ahí a la vuelta de la esquina; después enseguida llegan las generales. Y los partidos de la casta y las élites las temen más que a un nublado, pues son decenas de miles de sus mandos los que llevan más de treinta años disfrutando cargos de concejales, alcaldes, consejeros y presidentes autonómicos, además del amiguismo y nepotismo de todo tipo. Y ven que se les va a cavar el chollo, pues después de lo que ha sucedido en las europeas, el canguelo está extendido en el bipartidismo.