Ortega y la actitud fenomenológica
Es indudable que Zubiri consideró a Ortega y Gasset como uno de sus grandes maestros, porque con su magisterio y su producción ensayística marcaba la dirección del pensamiento español, siendo el introductor de la influencia de distintos movimientos de la filosofía alemana, sobre todo del kantismo y la fenomenología husserliana. Zubiri destaca la función propulsora, que interpreta acertadamente como más importante que el simple catálogo de lecturas. Además, el cuestionamiento intelectual de los problemas filosóficos es una tarea esencial, en la que sobresalió de forma extraordinaria Ortega, y que es ejemplo o paradigma de una actitud reflexiva rigurosa. El vitalismo y perspectivismo orteguiano es integrable en una visión realista del conocimiento como la zubiriana. El apoliticismo relativo de Ortega le permite, a juicio de Zubiri, centrarse en el tratamiento puramente filosófico de una amplia serie de cosas que el ocuparon, a lo largo de su larga trayectoria como pensador.
Desarrolló anticipadamente temas que posteriormente se revelaron como fundamentales, lo que pone de relieve su gran sensibilidad filosófica. Es el caso, por ejemplo, del libro de Brentano, acerca de los múltiples sentidos del ser, algo señalado también por Zubiri. El rechazo de cualquier tipo de dogmatismo o de actitud intransigente en el conocimiento, es otra de las grandes cualidades atribuibles de modo indiscutible a Ortega, y que puede considerarse como paradigma para cualquier filósofo. En efecto, la denominada por Zubiri, pedagogía de la inquietud, la entiendo como la necesidad de ser buscador apasionado de la verdad, pero siempre de modo cauteloso y flexible. Que la búsqueda sin término de la verdad es algo que no debe conducir a un escepticismo absoluto, se deriva de los planteamientos orteguianos, No es extraño, que Ortega critique la carencia de una elaboración metafísica de lo observado en la obra de Scheler, tan formidable desde una perspectiva puramente axiológica o ética. Ya que es cierto que este pensador alemán no construyó un sistema metafísico, pero sí elaboró unas brillantes clasificaciones éticas, si bien desarrolló una perspectiva fenomenólógica más teórica que realista.
La influencia y significación de Brentano y Dilthey se dejó sentir a principios del siglo XX en Ortega y Zubiri. La evidencia racional y la idea aristotélica del ser son cuestiones fundamentales, que son repensadas de forma original y con una nuevo procedimiento metafísico y noológico, desde la metafísica realista y fenomenológica transcendental de Zubiri. También Dilthey con la significación concedida a la comprensión histórica y su vitalismo impulsó en los dos pensadores españoles el interés por una filosofía de la realidad. Si bien en Zubiri logra o alcanza un mayor sistematismo y profundización en su realismo radical. El realismo fenomenológico zubiriano se puede decir que amplía y matiza las posibilidades implícitas de la descripción de la propia realidad en toda su amplitud fenoménica, metafísica, antropológica, ética, social, etc. Indudablemente, la fenomenología describe lo fenoménico o como escribe Osés Gorraiz: «Esto lleva implícita la concepción de que los fenómenos son la cosa misma en tano ésta se nos aparece». Existen infinidad de explicaciones acerca de lo que es la actividad de la filosofía.Y es cierto que el saber filosófico también posee una dimensión lúdica como cualquier conocimiento. Además como escribe Ortega respecto a la filosofía: «Se trata simplemente de que casen unos con otros, como piezas de un rompecabezas, nuestros conceptos». Si bien el proyecto vital de cada persona se realiza en el mundo a través de la acción. Porque como afirma Carlos Díaz respecto a la noción de constitución en la fenomenología: «Mientras que el pensamiento pensado no puede sustentarse a sí mismo, el pensamiento pensante está presente en su base, afírmese su incognoscibilidad (Kant) o su cognoscibilidad (Husserl)». En cualquier caso, la actitud descriptiva de la fenomenología posee nexos valorativos que pueden ser puestos en relación con ciertos aspectos de las interpretaciones de la hermenéutica crítica actual.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo