Leer
Permítasenos de entrada una cita: “Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil”, así nos lo advirtió Confucio. Si pensar es una actividad solitaria, la lectura puede ser todo un placer. Para no maldecir la oscuridad, mejor será encender una vela y aprovechar el tiempo para mejorar a través de lo escrito por otros. Es el ejercicio que nos permitirá abrir las ventanas de la mente, facilitando la entrada de la luz para el estudio, el entendimiento y la comprensión. Esta inquietud por la lectura no es fruta del tiempo, debe cultivarse durante las cuatro estaciones del año. No adquirir este hábito es como dejar cerradas las ventanas del conocimiento. Otra cuestión es, no hará falta decirlo, las dificultades para hacerlo con moderación por problemas de vista, ya que si en la juventud muchos tienen dificultades, el problema se agudiza con la edad. Añadamos que hay que amar la lectura, pero sin desmesura. Su abuso puede llegar a convertirse en un vicio y éste anula el pensamiento. El exceso anula el placer, hasta en la digestión de la lectura. “De poco dormir y de mucho leer, se le secó el cerebro a Alonso Quijano, de manera que vino a perder el juicio”, señala Cervantes en el "Quijote".
Subtítulo: Lo bueno que es crecer entre libros
En este sentido, no será equivocado pensar bien de quien tiene el hábito de la lectura. Precisamente, la lectura debiera suscitar en el lector el deseo de abastecerse de material que le permita pensar. Leer sin esforzarse en la retención de lo leído puede resultar un buen entretenimiento, pero no nos conducirá a las condiciones más provechosas de la lectura; prestar la atención debida mediante la concentración y lograr su retención son condiciones muy provechosas en la lectura y hasta puede que se convierta en un diálogo.
En la calidad de los libros, más que en la cantidad, es donde se puede obtener el mayor provecho. Seleccionando libros alentadores del espíritu, nuestra memoria e imaginación tendrán un sentido más práctico de la vida. Bueno es crecer entre libros, que es como crecer en un ambiente familiar agradable, rico de sensaciones y saludables hábitos de vida. Aunque el mundo está lleno de libros, no es menos cierto que se encuentra bastante huérfano de lectores. Por eso toda orientación que permita promocionar la práctica de la lectura, además del beneficio personal, contribuirá a lograr una sociedad mejor.
En definitiva, sin olvidar los beneficios derivados de la escritura, la lectura –especialmente a partir de cierta edad– es la mejor gimnasia mental para que las neuronas no se atrofien, como así aconsejan los médicos.
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