Es la hora
Hace unos días hemos visto cómo expulsaban de su hogar a una familia con un bebé de 28 días. En esta sociedad civilizada prima más el derecho a la propiedad privada que el bienestar y la salud de los niños y sus familias, por cierto. ¿Dónde están en estas situaciones los pro vida? Dejando de lado la hipocresía conservadora de este país, hemos de disfrutar de esta sociedad civilizada donde concejalas electas del Partido Popular no están de acuerdo con abrir los comedores escolares en verano porque daría una pésima imagen de su municipio, una sociedad civilizada, la española, donde hay más de dos millones de niños viviendo por debajo del umbral de la pobreza mientras el número de millonarios crece un trece por ciento. Los jóvenes, en esta sociedad civilizada y demócrata de toda la vida, estamos condenados a trabajos precarios o al desarraigo del exilio, y si encima pretendes protestar por la situación actual de miseria económica, social y política que vive el país, no sólo te reprimen tolete en mano, sino que eres tachado de radical, antiespañol o terrorista por los mismos que desangran y prostituyen este país y a sus gentes. Queridos lectores y queridas lectoras, si para luchar por el bienestar de las personas, si para denunciar las injusticias e intentar destruir este sistema podrido y corrupto tengo que asumir todas esas etiquetas, lo haré con orgullo sabiendo que radical es la situación de estafa y explotación que está viviendo la población española bajo el yugo de poderes económicos, financieros y políticos concentrados en una minoría privilegiada y que nuestra lucha es legítima y justa. La sociedad moderna está enferma y ha contraído el peor de lo virus, el capitalismo. Asumid, queridos lectores, que para frenar, combatir y extirpar esta enfermedad habrá que llevar a cabo acciones radicales tales como pensar, luchar, participar en la política y darle la vuelta al sistema para que las personas no estemos sometidas al poder del capital, sino que éste esté sometido al poder y al bienestar de las personas. Por eso os digo que es la hora de tomar partido, es la hora de elegir y actuar. Es la hora de construir un futuro mejor y sólo entre todos será posible.
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