Caos en el HUCA
Ya una ni siquiera recuerda cuándo comenzaron las obras del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias, ni tampoco quiero pensar en los millones de euros que se han gastado en él. Todo estaría muy bien si, a la hora de echarlo a caminar, las cosas fuesen medianamente bien; ya no digo bien, sino medianamente bien. Pero entre surgir problemas y llegar al caos que se ha formado hay una gran diferencia.
Después de tantos años construyendo un hospital, adecuarlo con los mejores aparatajes y establecer un diseño futurista en su interior (poco necesario) y ahora echarlo todo a perder por las prisas en ponerlo a funcionar creo que es una falta de responsabilidad enorme. Porque hasta ahora todo estaba bien, todo. Su tamaño, su dotación, etcétera. De lo que no estoy tan segura es del sistema informático que se ha instalado en este hospital.
Todos somos conscientes de que Asturias necesitaba un nuevo Hospital Central, porque a todos nos afecta, no solamente al área correspondiente. El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es el hospital de referencia de todos los asturianos.
En todos los hospitales hubo grandes ampliaciones; de hecho, y sin ir más lejos, el San Agustín de Avilés ha sido hecho enteramente nuevo, aunque haya sido sobre el antiguo. Pero jamás nadie ha tenido tanta prisa por ponerlo a funcionar todo a la vez, y con todo y con ello, siempre surgen problemas que sí han tenido una buena y pronta solución.
Las cosas deben hacerse con más tiempo y por partes. Estamos hablando de un hospital, no de una fábrica de chorizos o de tornillos o de un gran taller mecánico. Estamos hablando de un hospital, donde se va a atender a personas enfermas que acuden a él para intentar curarse o, en el peor de los casos, poder mantener su vida con dignidad pudiendo aplicar el tratamiento correspondiente para conseguirlo.
Todos somos conscientes de que un sistema informático para un hospital de esta envergadura es complicado que funcione bien desde el primer día. Por ello no se debe hacer un cambio tan brutal. Yendo por partes los problemas siempre tienen más fácil solución.
Hace unos días leí una carta en este diario titulada “Médicos quejicas”, cuyo autor es José Viñas García, en la que se decía, entre otras cosas, que la culpa era toda de los médicos del hospital, que no están preparados para trabajar con un sistema moderno, que no quieren soltar el papel y el boli.
Éste no es el problema, no, señor. El problema es que no se puede utilizar un sistema informático que no esté bien adaptado a las circunstancias. No se puede estar media hora buscando las carpetitas o ventanitas de una analítica cuando solamente tienes quince minutos para atender a un paciente. Y, desde luego, lo que no se puede consentir es que un paciente tenga que irse para casa sin tratamiento porque sea imposible localizar los resultados de su analítica, imprescindibles para adecuarle su tratamiento.
Desde luego, esta persona ni sabe lo que es un hospital, ni nunca se ha visto en la necesidad de utilizarlo seriamente.
El gran problema es que se quiere abrir porque estamos entrando en campaña electoral y necesitamos tener el HUCA funcionando. Seguramente para las elecciones municipales y autonómicas, para las que todavía faltan diez meses, el HUCA ya funcione bien, claro que sí. Las personas que allí trabajan son todas grandes profesionales que, estoy segurísima, se romperán los sesos (ya se los están rompiendo) hasta conseguir su buen funcionamiento, y antes de que tengamos que ir a votar ya funcionará bien y tendrán subsanados todos los problemas informáticos y técnicos. Lo más grave del asunto es ¿qué pasará si nos dejamos vidas por el camino, por pensar sólo en las puñeteras elecciones? Algún día, el señor consejero de Sanidad, si lo tiene a bien, deberá dar alguna explicación.
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