Carta abierta a la dirección de IU
Desde mi posición frustrada de militante de base, que asistió a las dos últimas asambleas celebradas en Xixón, con un orden del día que no se correspondía con la grave crisis provocada por dos bandos representados en cuatro personas con responsabilidades institucionales y orgánicas, seguro que con motivos personales para hacer lo que hicieron, pero sin la talla política para evitar un espectáculo público en los medios y traumático en lo interno de unas consecuencias impredecibles a menos de un año de las elecciones municipales y autonómicas.
Porque si existían problemas anteriores a los artículos publicados por Espina y Santianes el de este último impresentable para un cargo público- tanto la dirección política de Gijón en la figura del coordinador y la presidencia, deberían haber atajado estas disfunciones internas antes de que las posturas, como así ocurrió, se enquistasen y fuesen irreconciliables en lo político y en lo personal.
¡Y qué decir de la dirección de Asturias¡ es verdad que estuvo muy ocupada con la gestión de la crisis provocada por el portavoz parlamentario, pero sabedora del jaleo que estaba aconteciendo aunque sólo fuese por la prensa, tenía que haber pegado un puñetazo en la mesa y decir ¡basta!
Pero el final de este maldito mes de junio en IU de Xixón, se ha cerrado en falso. Los compañeros y compañeras con los que hablas están cabreados, disgustados y preguntándose cómo es posible que cuando estábamos recuperando credibilidad, cuando conseguimos que la dirección federal aceptase las primarias y teníamos un portavoz municipal joven con un discurso fresco, lo que nos auguraba un buen resultado electoral, estallase de una forma intempestiva, maleducada y navajera como si de un culebrón rosa de se tratase, una sarta de acusaciones y descalificaciones que no corresponden con el comportamiento ético de una izquierda que ha tenido que superar muchas batallas: contra la dictadura, la incomprensión de sus propuestas y el ninguneo de los medios de comunicación, que ahora se ceban día sí y otro también en sus disputas de tu más.
Ha sido un error que los dos concejales hayan dimitido, pues el daño a tan escaso tiempo de una nueva cita electoral es grave, cuando además los que van a ocupar sus puestos legítimamente, no son representativos para la inmensa mayoría de nuestros votantes por ser desconocidos.
Pero también es un error que el actual coordinador Marcos Muñiz siga hasta septiembre, pues con su torpeza o incapacidad no supo atajar a tiempo un fuego que se estaba iniciando y que terminó por quemarnos a todos, dando el parabién al artículo mencionado del responsable de organización, con la mala excusa de defender la libertad de expresión.
Y claro, Francisco Santianes debería haber tenido la generosidad y cintura política, después de haber sido quién abrió la caja de los truenos contra su compañero Espina, de pedir perdón en la asamblea y presentar su dimisión como secretario de organización.
Eso es lo menos que debería haber negociado el compañero Orviz. La propuesta que llevó a la segunda asamblea para hacer primarias en septiembre es insuficiente, dado el nivel de confrontación que había entre los dos bandos, viéndose reflejado en las intervenciones.
Llegados a este punto no sé si habrá remedio para tanto desatino. Vamos a esperar que pasen estos dos meses de verano, pero si a la vuelta no hay una toma de responsabilidades por parte de la dirección de Xixón y Asturias, me pongo en el peor de los escenarios para el sostenimiento de la militancia y nuestros electores.
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