Gracias por todo, doctor Vallejo
Desconcierto, perplejidad, incredulidad, frustración, preocupación y sobre todo pena, mucha pena es lo que nos deja a toda la familia la noticia sobre la marcha del doctor Carlos Vallejo a otro centro hospitalario.
Se va un grandísimo médico, un gran profesional, pero sobre todo se nos va una gran persona. ¡Qué suerte tendrán sus nuevos pacientes allá donde vaya! Serían muchísimos los adjetivos que podría darle a este hombre, pero me llevarían todo el espacio del que dispongo para esta carta. Pero hay uno que, a mi modo de ver, aglutina todo lo que esta persona es. Humanidad. A lo largo de este año y medio, en el que pusimos en sus manos la vida de la persona que más queremos en este mundo, nos ha demostrado el lado más entrañable del ser humano. Humilde donde los haya, nunca en la vida he conocido a alguien con tanta responsabilidad y a la vez tan cercano, capaz de dar un abrazo en el momento justo, llamar por teléfono personalmente cuando sabe que la espera por un resultado es para el paciente lo más insufrible, celebrar los logros que día a día se van consiguiendo...
Prestigioso hematólogo, reconocido profesional y espectacular persona. No queremos preguntar, no nos apetece saber el porqué de tu marcha. Son muchas las habladurías y supongo que en parte ciertas. Me niego a pensar, no quiero creer, que decisiones políticas nos dejen sin tu experiencia y conocimiento. El prestigio y carisma del que gozas te lo has ganado a pulso en estos siete años que llevas con nosotros salvando vidas. A partir de ahora voy a pensar que es una decisión personal y punto. Y al igual que es dolorosa para tus pacientes y equipo médico, seguro que para ti también lo ha sido.
Carlos, si es que alguna vez lees esta carta, permítenos que te tuteemos otra vez. Te deseamos lo mejor del mundo allá donde decidas ir. Aquí dejas muchos pacientes agradecidos. Sin duda alguna, nos dejas en manos de un gran equipo, profesional y cariñoso, cómo no, creado a tu semejanza. Pero eso, no me impide decirte que dejas a los tuyos sin el mejor líder posible y a tus pacientes huérfanos del mejor de los profesionales. A nosotros particularmente nos tendrás para lo que quieras. A partir de ya dejarás de ser nuestro doctor para pasar a ocupar un lugar muy grande en nuestro corazón y en nuestro recuerdo.
Domiciliano Pache González
Oviedo
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