Ruido
Ruido como sables, Ruido enloquecido, ruido intolerable, ruido incomprendido. Ruido de frenazos, ruido sin sentido, ruido de arañazos... ruido, ruido, ruido.
Así reza el título y alguno de los versos de una de las canciones del magnífico cantautor y poeta Joaquín Sabina. Seguro que este ubetense, en las numerosas giras que ha realizado por el territorio nacional, ha pasado en varias ocasiones por la A-66 junto a la localidad de Olloniego, y escuchando la canción, tal parece que podría haberse inspirado en este pueblo para escribirla. Olloniego lleva más de veinte años sufriendo el ruido que genera el intenso tráfico de vehículos que soporta la autovía, día y noche. Desde su inauguración en 1993 por el entonces ministro Borrell, se han ido alternando en el poder el PSOE y el PP, sin que ninguno haya tenido intención alguna de solucionar el impacto ambiental que la creación de la infraestructura ha generado en sus habitantes. Necesitan recuperar la tranquilidad que tenían antes de su construcción. Un exceso de ruido que genera estrés y alteraciones del sueño. Gracias a las múltiples gestiones y actos de protesta del movimiento vecinal han conseguido que la zona sea incluida en los mapas estratégicos del ruido de la Red de Carreteras del Estado calificando la actuación como de alta prioridad, que se redacte el proyecto de instalación de pantallas acústicas fonoabsorbentes, que se trasladen varias preguntas al Congreso de los Diputados sobre los plazos de ejecución e, incluso, la declaración institucional del Ayuntamiento de Oviedo solicitando la instalación (apoyada por unanimidad de los grupos políticos con representación municipal). Sin embargo, a pesar de todos estos logros, la inoperancia del bipartidismo PPSOE mantiene a la localidad sin una solución práctica. La gota que ha colmado el vaso de su paciencia es la respuesta obtenida a la pregunta realizada por el diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán, en cuanto a los plazos de ejecución. Dicha respuesta es que no hay fecha estimada de inicio de la obra porque se sugiere la conveniencia de modificar las órdenes de estudio para las actuaciones que hay que realizar en zonas de viaducto, de las que irían ancladas directamente al terreno. Para el que no conozca el lugar, ésta podría ser una respuesta normal y lógica, pero para los vecinos es una clara burla de la Administración central y del Gobierno del PP ya que ni un solo metro del tramo en el que hay que actuar va sobre viaducto. O podemos ser ingenuos y creer que ha sido un error por parte del Ministerio, por lo que estaríamos aún a tiempo de acortar plazos de ejecución, solucionando el problema de unos vecinos que, por desgracia, no han tenido otro remedio que aprender a convivir con el ruido. Y mientras esperan, ruido de frenazos, ruido intolerable... ruido, ruido, ruido.
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