La lista
Mi admiración por Carmen Gómez Ojea no es de ayer. Admiración menos por sus prosas (no toma uno vela en esos entierros) que por su valor cívico. La misma progresía que le perdona a Günter Grass que se alistara voluntario en la Luftwaffe, llama nazi a Benedicto XVI, movilizado forzoso a los 14 años, por la Wehrmacht (como todos los niños del Reich). Esa hipocresía la denunció Carmen en estas páginas. Chapeau! Ella, que sólo es escritora; no como otros que son, además, psicólogos y hasta concejales (por supuesto, del PSOE,). Así, cualquiera.
Cómo no sorprenderse de que una mujer tan templada sucumba al hechizo del joven de la coleta y dé rienda suelta a su devoción en plan Elisa Beni. Sin bridas y sin estribos. Los platos rotos los paga la carcundia más recalcitrante, esos pelafustanes de la derechucia más cavernaria, mentecatos que buscan crear un ambiente hostil y bélico. A diferencia de Carmen, que esparce paz y sosiego con sus dicterios. El riesgo es que, por exceso de celo, termine vaciando el currículum del mozo. Que a lo mejor cobraba de Chávez y de Maduro por ayudarlos a encontrar el carril parlamentario; o iba de potes zascandileando por las herrikotabernas; o juegan al corro-la-patata cuando se encadenan con los abertzales. Sobre todo, Carmen, no le arranquéis a Iglesias su página más brillante: la de becario de Blecua en Bankia.
Vargas Llosa (junior), Montaner y Mendoza publicaron en 1996, en el “Manual del perfecto idiota latinoamericano”, “el idiota sostiene una vulgata ideológica inamovible según la cual la pobreza sólo puede ser eliminada mediante expropiaciones y el monopolio del Estado en todas las áreas de la producción”. Los mismos autores publican ahora “Últimas noticias del nuevo idiota iberoamericano”. La novedad es que esa vulgata saltó el charco y nos visita para quedarse. En la presentación del libro estaban Mario Vargas Llosa, Jorge Edwards, Esperanza Aguirre (Vade retro!) Rosa Díez: una peña de fachas y de tontinos (puro pleonasmo). Podemos, al menos, tiene una lista. Aunque difícil lo tiene Carmen. ¿Superar a Maruja Torres en el desgarro faltón? Ni soñar(lo).
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