Niño de oro
Para el benjamín de la saga de buscadores de oro de Navelgas, Christian Sanfiz:
Hola, campeón. Quiero felicitarte porque con sólo cuatro añitos ya estás demostrando que por tus venas no corre sangre, sino oro, como un buen buscador. Admiro tanto que a tu corta edad tengas esa ilusión por la búsqueda del preciado metal, ilusión que ha ido de generación en generación, empezando por tu bisabuelo el gran Enrique Sanfiz y acabando por el más pequeñín, que eres tú. Admiro esa destreza y agilidad cuando andas por las resbaladizas piedras del río. Esa inquietud y nerviosismo por encontrar una pepita. Y el entusiasmo que tienes cuando la encuentras. Las horas que pasas en el río con tus padres y tu yaya, ayudándote a que esa afición que tienes aumente. Tus mejores juguetes son tu batea, tu pala y tu pico. Eres grande y tienes más valor que mil lingotes.
Ánimo, campeón.
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