Los niños como objetivo de exterminación
Los niños son siempre las víctimas inocentes del terror provocado por los adultos que diseñan estrategias de desolación y muerte. De los cobardes asesinos que ven en ellos a futuros enemigos que hay que liquidar; y con ellos, a las madres, sus potenciales engendradoras.
Quienes así lo hacen están convencidos de que tienen asegurados los fines que persiguen, no sólo en el presente sino en el futuro.
Los nazis hicieron esto con intención de aniquilar una raza. Es curioso, pero las políticas de exterminación llevadas a cabo contra inocentes palestinos siempre tienen esos tintes racistas. Los métodos y medios son diferentes, pero los resultados finales perseguidos son los mismos. La ley del Talión que establece una proporcionalidad entre el daño recibido y el castigo utilizado se queda corta o, más bien, anulada; una ley que se hizo para poner freno a la aplicación de una pena absolutamente desproporcionada en los asuntos de venganza.
De nuevo mi crónica reivindica justicia. Y el derecho a la vida de los seres inocentes; y de ellos, la de los más inocentes: los niños.
Y es el llamado “conflicto palestino-israelí” el que me ha conducido a ello. Está claro que ambas partes del conflicto deben respetar el derecho internacional humanitario. Pero, como indiqué anteriormente, la “balanza” en la aplicación de la ley está absolutamente desequilibrada.
“Hay una posibilidad fuerte de que los ataques de Israel contra Gaza constituyan crímenes de guerra”, ha denunciado el pasado miércoles Navi Pillay, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Y después de esta importante declaración, qué.
El tiempo pasa y para los inocentes el tiempo significa hambre, heridas que no pueden ser atendidas, desalojos, huidas hacia la nada. Muerte.
Las cifras relativas a heridos, muertos y desplazados en Gaza se mueven al ritmo de una danza macabra que no cesa de bailar: unos 600 palestinos muertos y más de 100.000 desplazados internos. Víctimas de la más refinada de las estrategias bélicas por tierra y aire. Sitiados.
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