¡Protección para la población civil!
Ahora mismo, mientras usted lee esto, es muy probable que miles de familias en Gaza sigan sufriendo los efectos trágicos de los incesantes ataques por parte de Israel. El número de víctimas, heridos y desplazados sigue aumentando día a día y hora tras hora. Según cifras de Naciones Unidas a 25 de julio, más de 800 palestinos, en su mayoría civiles, incluidos más de 185 niños y niñas, han muerto ya en el conflicto, y al menos 5.000 han resultado heridos. También en Israel han muerto tres civiles como consecuencia del lanzamiento de cientos de cohetes de efecto indiscriminado por parte de los grupos armados palestinos.
Israel está demostrando un flagrante desprecio por la vida de miles de personas en Gaza, personas que deben ser protegidas con arreglo al derecho internacional humanitario. Además, los ataques israelíes han reducido a escombros cientos de viviendas. Más de 140.000 personas son ahora desplazadas internas y buscan refugio en escuelas o en cualquier rincón de la Franja que les pueda parecer un poco más seguro. Ni siquiera las instalaciones médicas o infraestructuras de Gaza están libres de ser objetivos de Israel: El pasado martes 22 de julio un proyectil israelí impactó en el hospital de Al Aqsa, matando a cuatro personas e hiriendo a varias decenas. Los hospitales de Gaza están desbordados e intentan atender a los miles de heridos a duras penas.
Las infraestructuras de agua y saneamiento de toda la Franja de Gaza han sido devastadas por los ataques aéreos y los bombardeos israelíes. El 16 de julio, la ONU informó de que al menos la mitad de la población de Gaza unas 900.000 personas no recibía agua. Los daños a las instalaciones de saneamiento y bombeo y la consiguiente posibilidad de contaminación de los suministros de agua han creado una situación de emergencia de salud pública, cuyas consecuencias podrían ser catastróficas. El bombardeo continuo de hogares en varias zonas de la Franja de Gaza, así como el ataque con proyectiles contra instalaciones médicas por parte de Israel, se añaden a la lista de posibles crímenes de guerra que requieren con urgencia una investigación internacional independiente.
Yasser Mahmoud Lufti al-Hajj sobrevivió a uno de los ataques de la fuerza aérea israelí. La vivienda, en el campo de refugiados de Jan Yunis, fue objeto de un ataque aéreo efectuado sin previo aviso el 10 de julio. Ocho miembros de la familia de Yasser murieron y más de 20 vecinos resultaron heridos. Estas son las palabras de Yasser con miembros de Amnistía Internacional: Vi a mi tío salir corriendo de la casa llevando a mi madre muerta en sus brazos. Yo gritaba pidiendo verla [...] y luego fui al hospital para ver si alguno había sobrevivido [...] encontré a mi hermano Tareq aún con vida, pero murió más tarde. Me dio un ataque de ansiedad y me inyectaron un tranqulizante.
No podemos seguir de brazos cruzados ante testimonios como el de Yasser. Por eso tenemos que exigir protección para la población civil y pedirle a la comunidad internacional que actúe para impedir que se sigan cometiendo violaciones de los derechos humanos. Para ello, la ONU debe imponer un embargo de armas a todas las partes. Mientras tanto, todos los Estados deben suspender inmediatamente las transferencias de equipo militar a todas las partes en conflicto. Además, es urgente que se lleve a cabo una investigación bajo mandato de la propia ONU. Una investigación pronta e imparcial, que sea el primer paso para que los responsables de las violaciones de derechos humanos, incluidos posibles crímenes de guerra, rindan cuentas. De lo contrario, la impunidad seguirá alimentando el ciclo de la violencia en la zona.
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