Así actúa la Guardia Civil
Leo con asombrado respeto la confirmación de la pena de 5 años de cárcel impuesta por el Tribunal Superior de Justicia a un guardia civil que, en defensa propia, se vio obligado a disparar mortalmente contra un vecino de Cudillero. Con mis sinceras condolencias para la familia del fallecido, como "es de bien nacidos ser agradecidos", relato a continuación y respetando el secreto profesional un incidente que tuvo lugar poco después de estos hechos, estando de guardia nocturna en un centro de salud rural cercano:
Una persona, usuaria de dicho centro, bajo los efectos comprobados del alcohol y de la cocaína, interrumpe sin causa urgente justificada nuestra actividad profesional hacia la una de la madrugada, insultándonos y amenazándonos con agredirnos durante una media hora, e incluso impidiendo que atendamos a otra paciente que precisaba atención sanitaria verdaderamente urgente. La enfermera y esta servidora, incapaces de disuadir de su comportamiento a esta persona, temiendo además que pudiese llevar consigo alguna arma blanca, nos vemos obligadas a pedir la ayuda de las fuerzas de seguridad a través del 112.
Acuden inmediatamente en nuestro auxilio dos agentes uniformados de la Guardia Civil, que intentan convencerle verbalmente durante unos cinco minutos de que abandone el centro de salud. Mi sorpresa es que en un gesto inesperado, ataca a uno de los dos guardias civiles, pegándole en el pecho, sin que éste responda con proporcional contundencia para reducirle, únicamente le conducen por los brazos al exterior del centro de salud, en mi opinión con un trato exquisito, sin esposarle ni detenerle, esperando simplemente a que se aleje, lanzando insultos e improperios contra todos nosotros.
Resumiendo, ambos agentes de la Benemérita resolvieron con una templanza y profesionalidad impecables la situación, presenciada por mi compañera y una servidora, además de la paciente que esperaba nuestra atención con sus dos acompañantes. Me pregunto cómo hubiera repelido la Guardia Civil a esta persona atacante si hubiera esgrimido alguna navaja o similar, porque si lo hubiera hecho antes de su llegada tengo por seguro que mi compañera y yo hubiéramos actuado en legítima defensa con todos los medios a nuestro alcance.
Meses después tiene lugar el juicio de faltas en el que el magistrado juez impone a la persona denunciada (que no se presenta) una multa de 400 euros por el total de cargos, incluido atentado a la autoridad.
Formen ustedes sus propias conclusiones al respecto.
Reitero desde aquí mi agradecimiento a la Guardia Civil.
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