El Papa Francisco y sus primeras excomuniones

Para el movimiento Somos Iglesia llega la excomunión automática, Latae Sententiae, por decisión de Roma, comunicada por el obispo de Innsbruk Manfred Scheur al matrimonio austriaco de Marta Heizer (67 años) y su esposo Ehemann Gert, a causa de celebrar misas privadas y consagraciones eucarísticas sin sacerdotes. El Papa promulgó la máxima sanción eclesiástica con decreto de excomunión debido a un delito grave. Los esposos se manifiestan desconcertados por la decisión de Roma pese a haber sido advertidos durante años por sus misas privadas celebradas en ausencia de presbíteros debidamente consagrados y autorizados por el obispado en su casa de Absam, pequeña localidad cerca de la capital tirolesa. Cuando la mujer, profesora de Religión en Innsbruk, decidió desafiar al Vaticano anunciando su intención de celebrar misas incluso corriendo el riesgo de la excomunión contestó al obispo y los dos jueces diocesanos encargados de la comunicación de la sanción vaticana: "Lo rechazamos. No aceptamos el proceso en su estructura y, consecuentemente, no aceptamos tampoco la condena. Seguiremos empeñándonos con mayor fuerza para la reforma de la Iglesia católica justamente esta forma de proceder demuestra cuán urgente necesite una renovación". El obispo de Innsbruk, Manfred Scheuer, manifestó que la excomunión no representa «una victoria, sino siempre una derrota para la Iglesia. Con gran tristeza veo que, hasta ahora, las personas interesadas no se han retractado». Este es el final de un largo enfrentamiento entre el movimiento Wir sind Kirche (Somos Iglesia) y la Santa Sede. Heizer preside Somos Iglesia desde el pasado 7 de abril. El movimiento nació en Austria en 1995. Heizer, una de sus fundadoras, es conocida por sus manifiestos a favor de la ordenación de las mujeres y la renovación de la Iglesia por los laicos. Ahora dice que está «profundamente consternada al estar en la misma categoría que los sacerdotes pedófilos», en alusión al procedimiento seguido en su caso. Con esta decisión el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se mantiene fiel a su posición anterior: en 2009, el prelado alemán, entonces obispo de la diócesis de Ratisbona, había suspendido a Pablo Winckler, director del movimiento Somos Iglesia en Alemania. La pareja sí reconoce que desde hace varios años celebran misas y la eucaristía en su residencia tirolesa sin la presencia de sacerdotes; algo expresamente prohibido por el Código de Derecho Canónico, cuya última redacción data de 1982 bajo el pontificado de San Juan Pablo II; son simulaciones de misas que constituyen delitos graves según el canon 1379 correspondiente al Título III "De la usurpación de las funciones eclesiásticas y de los delitos en el ejercicio de las mismas".

Pero, ¿y en España quién son "Somos Iglesia"?, dos opiniones: «son teólogos que han perdido la fe», P. José María Iraburu, y «Nunca fueron Iglesia», por Luis Fernando Pérez Bustamante. Alegan los que dirigen este movimiento de disidentes que quieren lograr «una renovación de la Iglesia en el espíritu de Jesús» pero en realidad tratan de destruir la Iglesia desde dentro, fomentando doctrina y moral contrarias a la católica y cuestionando la autoridad jerárquica dentro de la Iglesia. Somos Iglesia comenzó en Austria en 1995 con un primer Manifiesto que sirvió como base a una campaña de recogida de firmas que supuestamente representaban «el descontento» de «millones de católicos». La misma fue presentada en Madrid por Hans Küng (quien fue privado del título «teólogo católico» por el Vaticano), en el Congreso de Teología organizado por la Asociación de Teólogos Juan XIII (también desautorizada por la Iglesia católica), en septiembre de 1995. A partir de ese momento se inició en España «la recogida de firmas y el apoyo a la campaña internacional Somos Iglesia». En 1996 todas las iniciativas nacionales de los grupos disidentes de un número de países, que estaban recogiendo firmas para promover las «reformas» lanzadas en Austria en 1995. A raíz de ello quedó constituida la red por países de Europa, así como a América. Entre las reclamaciones al Vaticano de Somos Iglesia están:

1. El llamado «derecho a elegir» en todas las decisiones morales, especialmente en cuestiones de moral sexual como por ejemplo la anticoncepción y el aborto.

2. La defensa de la ideología de género, y el apoyo al lobby gay internacional, so pretexto de garantizar los «derechos» humanos respecto a la sexualidad de todas las personas.

3. El acceso de la mujer al sacerdocio ministerial.

4. La no obligatoriedad del celibato para acceder al sacerdocio ministerial y la vuelta al ministerio de los sacerdotes casados.

5. El no reconocimiento de autoridad jerárquica en la Iglesia, y el apoyo a los teólogos disidentes y a todos los que enseñan ideas contrarias al Magisterio de la Iglesia.

Mediante un comunicado de la Conferencia Episcopal Española el 10 de julio de 2002 los obispos españoles afirmaron que dicho grupo de disidentes «no es un grupo eclesial y no ha recibido ninguna aprobación ni reconocimiento canónico» y «propone afirmaciones y reinvindicaciones que se apartan claramente de las enseñanzas de la Iglesia católica, hieren y van en detrimento de la comunión eclesial».

Y en esto, nuestro actor Arturo Fernández vuelve de estreno al escenario del Teatro Jovellanos los días del 12 al 17 de agosto a sus redondos 85 años protagonizando bis a bis con el experimentado joven David Boceta (Cádiz, 1977) sobre las tablas, la obra "Mass appel", de Billy C. Davis estrenada y premiada en Brodway, y que aquí se representará bajo el título de "Enfrentados". Esta obra de B. C. Davis fue llevada al cine por la Universal en 1984 de la mano de Glenn Jordan, protagonizada por Jack Lemmon y Z. Ivanek, y música de Bill Conti.

Si hace tres meses, mientras representaba "Ensayando a Don Juan" bajo la dirección de Albert Boadella en la capital malacitana, en el diario del Grupo Prensa Española "La Opinión de Málaga", Arturo Fernández se refería al candente tema con palabras como "Todos los hombres somos machistas, no nos engañemos, pero las mujeres son más inteligentes para conquistarnos y seducirnos". Ahora nos trae a la gijonesa bahía una nueva comedia de situación sobre dos curas enfrentados por la renovación eclesial y las faldas en los altares, entre otras cosas. Nos veremos envueltos en lo que ahora mismo pone de cabeza al Vaticano: mujeres que desean ser consagradas como sacerdotisas y "obispas", seminaristas gays, en fín el revuelo feminista ante el Sagrario, como para desternillarse de risa.

Celebra estos día el santoral católico a Santa María Magdalena, sobre cuya mundanidad y esponsales con Jesús se están escribiendo sesudos ensayos históricos y eclesiológicos; mientras, el Papa Francisco recibe en la Cátedra de San Pedro a la Reina Isabel II del Reino Unido, Soberana y máxima autoridad de la Iglesia anglicana mientras la misma, autorizando la consagración de sacerdotisas y obispas no hace más que poner más palos en la rueda del carro ecuménico para la reunificación de todo el cristianismo. De poco le ha de valer al Papa Francisco la reunión con el Patriarcado Ortodoxo en su reciente viaje a Tierra Santa rememorando el que tuvo lugar hace 50 años entre el Patriarca Atenágoras y el beato Pablo VI abrogándose, entonces, los respectivos anatemas proferidos por sus predecesores hacía más de mil años.