La falacia del transporte colectivo en el HUCA
La falacia del transporte colectivo en el HUCA
De todos es sabido que el sector público se caracteriza por aplicar criterios de eficacia en la gestión, es decir, perseguir la consecución del objetivo a cualquier coste, sin tener en cuenta el volumen de recursos necesario para alcanzarlo.
No ocurre lo mismo cuando la gestión es privada y se utilizan criterios de eficiencia para alcanzar el mismo objetivo pero con la diferencia de hacerlo al menor coste posible.
El reciente compromiso acordado entre de la Consejería de Fomento y la Federación Asturiana de Municipios consistente en la puesta en servicio de todas las líneas de transporte interurbano directo al Nuevo Hospital que sean necesarias conforma una decisión que deja contentas a ambas partes, Consejería y Ayuntamientos de Asturias, porque se presta, según ellos, un servicio de una gran repercusión social en general. Ese argumento, como partitura musical suena muy bien, pero por un momento, ¿nos hemos parado a pensar cual es su coste?
Muchas de esas líneas que operan con parada en el Hospital son deficitarias, el coste que supone mantenerlas supera con creces los ingresos que generan. Resulta sorprendente, por no calificarlo de lamentable, el ver llegar al Hospital en muchas ocasiones autocares de 12 metros con una ocupación escasa e incluso nula. Ese tipo de líneas nunca podrían ser asumidas por una gestión privada porque nadie puede garantizar su rentabilidad. Para poder hacerlo factible, se prestan las ayudas públicas necesarias encaminadas a suplir financieramente esas diferencias. La Consejería de Fomento utiliza, en este caso concreto del HUCA, recursos públicos para financiar proyectos que tienen un gran alcance social y también, por qué no decirlo, electoral. No olvidemos que las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina y es éste un asunto con una buena base argumental para ir abonando socialmente el terreno de cara a obtener un buen resultado en las mismas. El problema de fondo radica en que esa campaña encubierta se nutre de fondos públicos que pagamos entre todos y que a todas luces tiene un marcado carácter partidista.
La Consejería de Fomento defiende un interés que dice ser general en detrimento de intereses sectoriales utilizando criterios de eficacia con el consiguiente rendimiento electoral cuando lo que también parece ocultar es un claro interés empresarial impulsado por importantes empresas del sector de transporte de viajeros de esta comunidad que se sirven de las ayudas públicas para mantener negocios que de otro modo no serían rentables. Es decir, la gestión privada utiliza eficientemente recursos públicos que la Consejería concede eficazmente en beneficio propio.
Siguiendo el razonamiento cabría plantearse la siguiente cuestión: ¿no se puede calificar también de interés sectorial el hecho de potenciar por parte de la Consejería iniciativas empresariales de carácter privado? ¿O es que el único interés sectorial que existe en este asunto es el del Taxi? El Taxi no dispone de ningún tipo de ayuda pública, lo que supone un agravio comparativo al colocar a nuestro sector en clara desventaja competitiva en relación al transporte subvencionado.
La gestión de los recursos públicos debe hacerse de manera muy prudente, más en los tiempos que nos toca vivir. No olvidemos que Asturias tiene un grave déficit estructural en su economía, muy anclada en organigramas propios del pasado basados en políticas de subvenciones que nos va a suponer un esfuerzo adicional para superar la crisis.
Nuestro colectivo, contrariamente a lo que desde algunos sectores se difunde tratando de crear confusión al ciudadano, no se opone a que se preste servicio de transporte colectivo en autobús al Hospital. Nada más lejos de la realidad. Lo que venimos reivindicando desde el primer momento es que ese transporte se realice de forma ordenada y equilibrada, que se gestione con criterios de eficiencia, prestando un servicio de transporte de calidad a un coste razonable, una tarea de transporte urbano que le corresponde a TUA y al colectivo del Taxi, sin despilfarro demagógico de recursos, con los que por ejemplo, se podría contratar a más personal para reducir las largas listas de espera que actualmente existen en el Hospital o dar un servicio sanitario de mejor calidad al paciente entre otras cosas.
Manuel Arnaldo Alba
Secretario ASOTAXI
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