Sólo son niños palestinos
Es bochornosa la pasividad de la Unión Europea y la ONU ante la guerra declarada entre Israel y Palestina. ¿A nadie le remuerde la conciencia ante la desmesura de esos ataques? Lees las declaraciones de Benjamin Netanyahu y son más que humillantes y nadie reacciona ante ellas, ni siquiera le advierten. Si tantos niños muertos y heridos fueran europeos o norteamericanos, seguro que se habrían tomado otras decisiones con rapidez.
La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza va sumando muertos y entre las víctimas hay niños, muchos niños. Más de 200, se comenta. La cifra es pavorosa, pero tras esa cifra de mártires aún se esconde otra realidad que es también espeluznante, como es el número de menores heridos (se habla de más de 2.200) y, asimismo, el de los cientos de huérfanos que dejan las bombas de la "operación Margen Protector", como la niña cuyo corazón siguió latiendo en el vientre de su madre muerta por un proyectil, según información creíble.
Y todo esto sin contar los cientos de miles de niños y adolescentes traumatizados por unos ataques que no sólo les deja sin casa, sin familia y sin amigos, sino que les convierte en testigos directos de escenas sangrientas que ningún menor jamás debería presenciar, cuyas secuelas tarde o temprano aparecerán y marcarán para siempre su vida.
En el colmo del cinismo, Israel acusa a Hamás de utilizar a civiles como escudos humanos en hospitales y escuelas, y atribuye la autoría de algunos ataques contra la población palestina a los propios milicianos. Por fortuna, testigos presenciales de los hechos, como son los periodistas o los trabajadores de organismos internacionales sobre el terreno, pueden desmentir la atrevida manipulación informativa.
Puede que Israel alcance sus objetivos militares y propagandísticos en la Franja de Gaza, pero esta masacre de inocentes puede convertirse en su gran derrota moral.
¡Oh, Jerusalén! Tantas veces perseguida, tantas veces víctima en la historia. Y ahora convertida en verdugo implacable, arrasando pueblos, destruyendo vidas, destrozando cuerpos de niños inocentes... Con todo lo que has padecido en tres mil quinientos años de historia, ¿crees realmente que se puede construir la tierra prometida sobre ríos de sangre y montañas de odio?
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