Situaciones intolerables en residencias del ERA
En función del conocimiento que tenemos como observadores que hemos sido hasta el presente de los hechos que han venido sucediéndose con motivo de la conflictividad sindical que vive actualmente el ERA, y sin entrar a valorar la existencia o no de razones justificadas para la misma dado que este no es el espíritu que anima a este comunicado sino otro bien distinto, mediante el mismo deseamos mostrar nuestra profunda preocupación por las consecuencias que de ella pudieran derivarse, y de hecho se están derivando, hacia quienes de ninguna manera admisible deberían resultar afectados: nuestros familiares, nuestros mayores cuyo cuidado y atención hemos encomendado al organismo al que ustedes prestan servicio.
No será esta Federación de Asociaciones de Familiares de Residentes y usuarios del ERA, sino al contrario, la que pretenda cuestionar la legitimidad de las reivindicaciones sindicales que se estimen oportunas o coartar, en la medida que ello fuera posible, la libertad de acción sindical. Lo que sí está dispuesta esta Federación es a expresar, y mediante este comunicado expresa, que ninguna reivindicación, por justa que esta fuera, puede legitimarse si de ella se deriva, como en este caso, un uso inapropiado de lo que resulta ser la casa de nuestros familiares mayores y si de ella resulta una alteración, por mínima que ésta fuera, de su tranquilidad, de su reposo, de su sosiego y, en definitiva, de sus vidas. Sucesos como los acaecidos en la residencia de Pola de Laviana o los que de manera más regular se están produciendo en la residencia Mixta de Gijón, durante los que se sometió y somete a los residentes a situaciones a buen seguro generadoras de ansiedad por resultar no habituales ni deseables, máxime cuando muchos de ellos se encuentran, para nuestro pesar, en un estado que les impide procesar y comprender de manera adecuada lo que a su alrededor está sucediendo, llegándose incluso a hacerlos partícipes, aun cuando ello fuera de manera voluntaria, de ciertas escenificaciones impropias en un centro de mayores llevadas a cabo al socaire de esa reivindicación sindical en curso, resultan de todo punto inadmisibles e intolerables. Y tanto más inadmisibles e intolerables cuando esas situaciones no deseadas por nadie, salvo por quienes las promueven, son auspiciadas, paradójicamente, por aquellos que desempeñan su trabajo en el ámbito en el que lo desarrollan y que, precisamente por ello, deberían mostrar un celo en su desempeño bien distinto al que muestran.
A nuestro entender, y nosotros como Federación de Asociaciones de Familiares de Residentes y usuarios nada tendremos que decir ni diremos al respecto, pueden ustedes emplear y defender los argumentos que estimen convenientes en pos de lo que para ustedes sea de justicia, y pueden hacerlo con la intensidad que a su juicio merezca la causa, y pueden manifestarse de la manera que consideren más oportuna, y llevar a cabo los actos que tengan a bien celebrar y reunirse en los lugares que asimismo bien les parezcan, pero nada de ello en la casa que para su atención y cuidado hemos procurado a nuestros familiares y a nuestros mayores ni con la participación ni la utilización de éstos, porque no estamos dispuestos, como Federación de Asociaciones de Familiares de Residentes y usuarios del ERA, a admitirlo ni a tolerarlo.
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