Cuatro estudiantes, en bici en el Camino
Cuatro estudiantes de INEF hacen el Camino Primitivo en bici.
Uno de ellos es de la familia Fuente, la del Tarangu.
Cada vez es más frecuente y está más de moda realizar la peregrinación a Santiago partiendo de Oviedo y recorriendo el Camino Primitivo, siguiendo los pasos del primer rey peregrino, el rey asturiano Alfonso II el Casto.
En efecto, son numerosas las personas de toda edad (niños, jóvenes, mayores, familias enteras) que se presentan a venerar al Salvador en la catedral de Oviedo, siguiendo aquel buen consejo de los peregrinos medievales que afirmaban: Quien va a Santiago sin pasar por El Salvador, visita al Criado y olvida al Señor.
Recibida la bendición del Salvador y dotados de las oportunas credenciales, los peregrinos inician el Camino Primitivo que atraviesa el suroccidente asturiano y las provincias de Lugo y La Coruña. La accidentada orografía hace que sean necesarias unas trece jornadas si se va a pie y unas cinco si se hace el Camino en bici.
Precisamente estos días podemos leer la magistral crónica del conocido periodista Melchor Fernández Díaz sobre las vivencias de un grupo de caminantes veteranos entre los que se cuenta él mismo.
Pues bien, de entre todos esos valientes que realizan este camino, como un ejemplo de ilusión, fuerza de voluntad y superación, cabe citar el caso de cuatro jóvenes de 19 años, estudiantes de INEF en la Universidad Politécnica de Madrid, que están haciendo el Camino en bici, siguiendo todo su ritual de reto deportivo y de experiencia cultural y religiosa. El sábado salieron de la plaza de la Catedral y ya están en tierras gallegas después de haber escalado los puertos del Palo y del Acebo.
A lo largo de las jornadas se acumula el cansancio y, paradójicamente, también aumenta la capacidad de disfrute de tantas experiencias compartidas. La fe -se dice- mueve montañas. Enfrentarse a retos de superación mueve las piernas, aviva la inteligencia y enriquece el corazón.
Se da la feliz circunstancia de que uno de estos cuatro jóvenes lleva el apellido Fuente, pues es pariente del famoso ciclista asturiano El Tarangu. También cabe reseñar que, como aperitivo, antes de iniciar el Camino escalaron el Angliru donde, en medio de la niebla, pudieron leer repetidas veces las frases en honor de nuestros mejores ciclistas y, entre ellos, la mención siempre afectuosa al Tarangu y a sus gestas.
Desde aquí les deseamos que culminen con éxito su peregrinación y que sigan siendo, como tantos otros jóvenes, deportistas que cultivan el compañerismo y se esfuerzan por conseguir sus metas y sus ideales.
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