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Los datos veraces sobre la comarca Navia-Porcía

12 de Agosto del 2009 - Germán Campal Fernández (Navia)

Quienes bien me conocen saben que soy de los que piensan que para realizar bien tu trabajo lo más importante es creer en lo que haces, dejando a un lado motivaciones económicas, servilismos y ambiciones. Esta es una máxima que he venido aplicando desde que estoy al frente de la gerencia del Centro de Desarrollo Navia-Porcía y por eso me sorprende el artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA el pasado 25 de julio, en el que el periodista Jorge Jardón, una persona que parece ignorar totalmente cuál es mi labor (me atribuye un cargo que no me corresponde) me acusa de falta de fe, afirmando que no creo en absoluto en lo que hago.

No contento con esto, el señor Jardón me utiliza en su particular y reiterativa batalla contra todo lo que se hace y no se hace en la comarca del Navia-Porcía y muy especialmente contra el Parque Histórico del Navia. Me utiliza aprovechando con alevosía mis supuestas declaraciones en una entrevista publicada una semana antes en este mismo periódico, firmadas por Ana M. Serrano bajo el titular "Si el Parque Histórico no se hace rentable, habremos enterrado mucho dinero para nada".

Y digo supuestas declaraciones porque la periodista en cuestión malinterpreta y tergiversa mi mensaje de una forma prodigiosa. Me explico y para ello baste algún ejemplo:

Cuando se me pregunta por la presunta infrautilización de un recurso turístico del parque muy concreto, mi respuesta es clara: se trata de un equipamiento reciente y hay que darle tiempo para que cumpla con su objetivo, eso sí, sin perder de vista el fin para el que ha sido concebido, ya que de lo contrario peligrará su rentabilidad turística y eso supondría enterrar el dinero invertido en su creación. La coloquial expresión enterrar dinero debió de llamar poderosamente la atención de la periodista, pues la saca de contexto, se la aplica a todos los equipamientos del parque y -quizá buscando un toque sensacionalista que animase mis tediosas palabras- eleva dicha expresión a la categoría de titular.

Nótese que la afirmación sobre la infrautilización del recurso forma parte de la pregunta y no de la respuesta, pero eso pareció importarle poco a mi interlocutora, dispuesta a hacer mías sus propias opiniones utilizando como subtítulo de la entrevista la frase Los recursos están infrautilizados y es difícil ponerlos en marcha y que funcionen de repente.

Estas y otras imprecisiones consiguieron adulterar notablemente la dirección de mis palabras. En la entrevista publicada se asimila equivocadamente el concepto de desarrollo rural integral con el de éxito turístico; se mezcla un proyecto de cooperación de atención a discapacitados con un programa piloto de transporte; se confunde la comarca Oscos-Eo con el concejo de Taramundi y se signa a los programas Leader un período de aplicación erróneo (sobre el papel, este programa de desarrollo rural se aplica entre los años 2006 y 2013; en la práctica se ejecutará entre el 2009 y el 2015, pero desde luego el período de aplicación no es en ningún caso el 2008-2014).

Además, se interpreta mi opinión sobre las diferencias entre dos iniciativas turísticas como son el Parque Histórico del Navia y el Museo del Jurásico como una queja por la falta de apoyo institucional hacia el primero. Nada más alejado de la realidad. El Parque y el Muja se parecen -perdonen la expresión- lo que un huevo a una castaña: responden a estrategias de desarrollo turístico muy diferentes (comarcal una, regional la otra) y difieren tanto en su filosofía como en su finalidad, por lo que sería mezquino lamentar la mayor implicación que la Administración autonómica ha tenido en el desarrollo del Muja.

Quizá mi gran error haya sido no aclarar todas estas cuestiones de forma inmediata a la publicación de la entrevista. No lo hice porque consideré que los equívocos se debían a la inexperiencia de la reportera y no a una falta de ética profesional. Sigo pensando lo mismo y me disgustaría saber que estoy equivocado y que, realmente, ha habido mala fe. Pero una cosa es creer en las buenas intenciones y otra muy distinta hacerse responsable de unas declaraciones adulteradas, máxime cuando son utilizadas para argumentar posturas que no comparto.

No se trata de matar al mensajero. La práctica totalidad de los corresponsales de éste y otros diarios regionales que trabajan en el occidente de Asturias hacen su labor de forma intachable. Pero en este caso me consta que llueve sobre mojado. No es la primera vez que la citada periodista reproduce de forma peculiar y personal las palabras de un entrevistado. Recientemente, el libre albedrío periodístico del que hace gala provocó malentendidos con motivo del ramal que Feve está proyectando para la planta de Ence en Navia. Allí donde todo era consenso, surgen discrepancias cuando la reportera interpreta de forma errónea unas declaraciones del actual alcalde de Navia. Advertida de su metedura de pata, la susodicha no sólo no rectifica, sino que advierte de que ha sido el entrevistado quien ha reconsiderado su opinión.

En fin, todo un despropósito. Algunos profesionales de la comunicación parecen no ser conscientes de la importancia que tiene trasladar a los ciudadanos información contrastada y veraz. Una declaración no debe ser interpretada libremente por quien la transmite, una entrevista nunca puede convertirse en un artículo de opinión del entrevistador y una opinión ajena nunca debería ser utilizada como arma arrojadiza. A este respecto, no puedo dejar pasar la ocasión de hacer un par de precisiones al artículo firmado por Jorge Jardón:

-El desarrollo del Navia-Porcía se encuentra con dificultades incuestionables, y una de ellas radica en las deficientes comunicaciones internas. No es necesario ser un lince para darse cuenta de esta obviedad ni para ser consciente del elevado coste que supone salvar este obstáculo. Pero la difícil solución no le resta importancia al problema ni será impedimento para que, personalmente, siga pensando en la necesidad de abordar esta cuestión con urgencia. Y por supuesto, que alguien comparta conmigo esta opinión no le concede ningún derecho para utilizarme en defensa de postulados con los que no coincido.

-Por suerte, aún mantengo la fe en lo que hago. Es cierto que aún quedan muchas cosas por hacer en este territorio, pero en lo que se refiere a los programas de desarrollo rural se está invirtiendo un gran esfuerzo por parte de los ayuntamientos y la comunidad autónoma, dejando a un lado posicionamientos políticos y posturas ideológicas para trabajar en una misma dirección. ¿Que en el Navia-Porcía hay cosas que no funcionan como deberían? Seguro que sí: de hecho, y a la vista de las circunstancias, estoy empezando a creer que la ética periodística es una de ellas.

Por último, permítaseme un pequeño consejo al señor Jardón. Antes de publicar un juicio de valor sobre una persona con nombres y apellidos, debería asegurarse de que se está basando en datos veraces (a eso se le llama contrastar la información; le hubiese bastado una llamada de teléfono para darse cuenta de que lo publicado en la entrevista tenía poco que ver con la realidad). Y ya puestos, debería ser un poco más cuidadoso a la hora de atribuir cargos a las personas (a eso se le llama documentarse; con la misma llamada telefónica se habría enterado de que no soy gerente de ningún parque histórico). El rigor informativo garantiza la credibilidad. Pero eso, el señor Jardón ya debería saberlo.

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