¿Qué le pasa a España?
¿Qué le pasa a mi España? ¿Qué le pasa para que le sucedan estas cosas? ¿Y por qué los asesinos de ETA le tienen tanta adversión a la Guardia Civil?
Ante el dolor por el asesinato de dos compañeros en Mallorca y la bomba reciente ante una casa cuartel de Burgos que estuvo a punto de producir una masacre entre familiares de guardias civiles, me he estado haciendo estas preguntas en la intimidad de mis pensamientos.
¿Qué le pasa a mi patria?, terrorismo indiscriminado, asesinatos de policías y guardias civiles, manifestaciones exaltando el terrorismo, injurias y abucheos a nuestro Rey (jefe del Estado de todos los españoles y democráticamente aceptado), desprecio de nuestros símbolos, cuestionamiento de nuestro idioma común, apología de la exaltación de la diferencia entre comunidades, menosprecio de las hazañas históricas, cuestionamiento de la nación española, etcétera, etcétera; además, todo lo que pueda ser considerado como diferente entre nosotros, lo que desuna, es exaltado, llevado hasta límites ridículos.
¿Qué le pasa a mi patria para que todo eso suceda y además muchos lo sientan con manifiesta indiferencia? Y no me refiero sólo al País Vasco, donde una machacona propaganda durante años ha conseguido un «lavado de cerebro» en amplias capas de la sociedad y otros, influidos por el «síndrome de Estocolmo», les han hecho, cuando menos de pensamiento y comportamiento, «autistas» en relación con tales hechos. Me duele expresamente el aumento de tal indiferencia entre amplias capas del resto de españoles de todas las comunidades autónomas.
Hubo un atisbo de reacción cuando el asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, entonces sí se produjo reacción de todos los estamentos, tanto de izquierdas como de derechas, pero ¿qué ha quedado de aquel espíritu de Ermua? ¿Cómo nos hemos adormecido? ¿Por qué nos hemos vuelto tan conformistas? ¿Quién o quiénes han tenido tan fuerte influencia para que esto ocurriera? ¿Cuántas instituciones, partidos, asociaciones de todo tipo han contribuido a «enfriar» aquella reacción? ¿Cómo es posible que se puedan llevar a cabo impunemente e incluso autorizadas legalmente manifestaciones que exaltan o contribuyen a personas que han producido actos terroristas? ¿Por qué la Iglesia, especialmente en el País Vasco, se muestra tan timorata a la hora de condenar estos asesinatos? Claro que no están de acuerdo con los asesinatos, ¡no faltaba más!, pero ¿condenan sus obispos con claridad y señalan a quienes son los asesinos? ¿Es que tienen aún dudas de quiénes son sus autores? ¿O les tienen miedo? ¿O es que la vida de una persona, y ya son más de 800, no vale nada y creen que vale la pena ese sacrificio, comparado con los «beneficios» que obtendrá la humanidad si se implantan las ideas de esos iluminados nacionalistas?
Deseo recalcar una de las preguntas del principio: ¿por qué los asesinos de ETA le tienen tanta adversión a la Guardia Civil? Creo poder contestar a la misma: «Es debido simplemente a que para ellos la Guardia Civil encarna, representa a todos los firmes defensores de la nación española».
Y, para finalizar, deseo tanto personalmente como interpretando con toda seguridad el parecer de los más de 400 componentes de esta asociación manifestar nuestro enorme pesar por las muertes de estos dos compañeros de la Guardia Civil asesinados en Mallorca, y a sus familiares les hacemos llegar nuestro pesar, que estamos con ellos, que los tendremos presentes y que tengan la seguridad de que los han asesinado por intentan ayudar a todos los españoles, ¡a todos!, y a esta nuestra España, nuestra nación, que nos parece algo enferma, delicada, abandonada por algunos hijos, pero que otros muchos la quieren y se sienten orgullosos de ella.
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