Cuán osados son algunos
A veces una se encuentra con sorpresas inesperadas. Parece que en este nuestro país solamente son demócratas los que se consideran en posesión de la verdad, el resto todos fachas. Eso da mucho qué decir y qué pensar de las personas.
Yo soy una humilde ciudadana de esta nuestra autonomía. Y a veces lamento mucho que así suceda porque he podido comprobar cómo las personas se pelean por lo que algunos dicen, decimos, escriben, escribimos solamente por el mero hecho de sentirse en posesión de la verdad, aunque en algunos casos pueda ocurrir, como ocurre frecuentemente, que no tenga nada que ver (ninguna relación), con lo que una humildemente expresa en sus reflexiones.
Haber hay y en abundancia con quien pelearse y no me refiero a nadie en particular pues todos tenemos defectos en este mundo. Vaya si los tenemos. Todos, incluso aquellos que gobiernan, los que gobernaron y los que gobernarán, sean del partido que sean y vengan de donde vengan, tengan matrículas de honor o no las tengan, sean doctores, números uno de promoción, jóvenes, menos jóvenes, o los que algunos consideran ya mayores para dedicarse a esto de la política, porque hoy está muy de moda meter a los niños progres a dirigir un país.
Si se corrompió con los que no eran tan jóvenes y hace ya muchos años (no es de ahora, no), ¿Qué pasará con las nuevas generaciones que vienen comiéndose el mundo ahora, pero sin dejar nada claro cuales son sus pretensiones para poder poner este país a vivir, al menos como estaba antes de que la "barbarie" se enriqueciera escondiéndose bajo el slogan de la democracia?.
Pues bien, si no coincides con esta moderna forma de pensar de una parte de la gente de este país, es que eres facha. ¡Vaya por Dios! Qué simples son aquellos que tan bajo caen calificando a las personas, por el mero hecho de no coincidir con su forma de pensar.
Considerando que una tiene derecho a reflexionar en esta sección de lne de la misma forma que el resto de las personas que lo desean y lo hacen, y sobre todo, habiendo personas colaboradoras con mucha frecuencia, e incluso algunas, que intentan desprestigiar lo que los demás, buena y sanamente pensamos, bien seamos de derechas, de izquierdas, librepensadores (éstos somos los más molestos), etc. Mi reflexión hoy consiste en cuán osados son algunos al pensar que si una, en sus reflexiones, no coincide en forma de pensar, ya peligra su vida etiquetada de, calificada, aun sin saber quien es una ni conocer en ningún sentido su trayectoria por esta vida. Yo estoy en posesión de la verdad, luego quien no piensa como yo pienso, está confundido. No deja de ser un planteamiento dictatorial, claro.
Pero como una está acostumbrada a decir lo que piensa sin miedo a etiqueta alguna, pero siempre con mesura y sinceridad, siempre respetando a las personas y sin insultar ni reirse de los defectos físicos que cualquier político pueda tener, si no, más bien valorando lo que se dice o hace e intentando valorar las cosas siempre y cuando no se estén burlando de una o de todo el país, como lo han hecho ya en algunos gobiernos (yo diría que en casi todos).
Bien, pues una que hoy por hoy se siente liberada y sin nexo a ningún partido que pueda representarme; no entrando en discusiones bizantinas, pero sí queriendo dejar bien claro que si alguien se ha sentido molesto por mis reflexiones no siga mezclando las cosas y saliendo por los cerros de Úbeda.
Por otra parte, no creo que tenga demasiada importancia. Solamente decir que para calificar a una persona, lo mínimo que se puede pedir es que se sepa de quién se habla y sobre todo de qué se habla. Por el contrario, no se debe tener en cuenta para nada ninguna calificación, aunque se intente dejar las manos ensangrentadas con su boli por querer ganar la pequeña e inútil batalla.
Como una no se considera envuelta en ninguna batalla que ganar ni que perder, prefiere olvidarse estos bellos encuentros para siempre. Las amistades, una las elige. El resto son pequeñas disquisiciones por las que una no pierde ni un minuto de sueño.
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