Ser diferente no es ser peor ni mejor
Algunas personas, sin saberlo ni ellas mismas, les caen mal y menosprecian a otras, no como pudiera parecer a simple vista por ser diferentes, pensar distinto, sentir de otra forma o por vivir de un modo menos convencional... si no, porque quisieran ser como ellas, así de simple; pero su entorno, educación, moralina y quizás su bloqueado compromiso ideológico, religioso, etc. les hace imposible replegarse a lo que la mente les sugiere y demanda. Suelen ser las mismas personas que les interesa en demasía la vida privada de los demás, no para ayudarlas, si no para enardecer y avivar su instinto básico cargado de envidia fina; donde cuanto peor le vaya al otro, mas conforme se sienten consigo mismas. Esto demuestra la poca estima personal, que ese tipo de personas tiene sobre sí mismas. Su poca estabilidad personal, les hacen ser negativas y perjudícales para sí, y su entorno, creando a su alrededor una convivencia nociva.
Si todos vivieran su vida sin compararla con nadie, quizás les fuera mejor y fueran más felices. Siempre la comparación, la establecen con quien creen que vive mejor, es más alto, más inteligente, más sano, más guapo, con quien suponen con más suerte y mejores recursos; y cómo pueden imaginar si se supieran valorar y aceptar por si mismos tal y como son, no cabía semejante comparativa; ser diferentes no es ser mejores ni peores. Ya que todo lo ven maquillado, de lejos; porque si pasaran a la trastienda de cada cual, observaríamos que no es oro todo lo que reluce. Con lo cual se pierden en envidias absurdas, donde en vez de complementar diferencias y hacerlas provechosas para bien, el pensamiento ruin les juega una mala pasada, ya que todo eso que envidian de los demás no es más que humo que envuelve su mente, haciéndola cada vez más estúpida. Ya que, cuantas veces nos ocurrió que desmaquillado y desenmascarado, lo que parecía, ya no es; y nos llevamos una desilusión o una sorpresa para bien, sin que sirva de ejemplo de nada, para fases posteriores.
Dejemos a los demás vivir como quiera, siempre que ellos actúen de la misma forma ¿Por qué ha de molestarnos como sean, piensen, digan o vistan? Es más, cuántas veces hemos mantenido una posición, y al cabo del tiempo comprendimos lo errados que estábamos. Lo cual, cuantas más versiones opuestas, más ganamos todos. Que aburrido sería conversar solo con quien siempre nos da la razón, sería como hablar con uno mismo; y si errados estábamos, así seguiríamos.
Todas esas descalificaciones personales, son de algún modo carencias mentales propias, ya que nos hacen reos de a quien pretendemos humillar o rebajar. Si a quien pretendemos disminuir, es en realidad inferior en algo, es de estúpidos perder el tiempo compitiendo con quien creemos tan poca cosa. Si por el contrario esa persona que devaluamos, es en realidad superior a nosotros, es de una idiotez sublime, querer quedar en evidencia.
Los prejuicios de cada cual tiene difícil reparo si estas personas no saben aceptar (por educación, moralina, ideologías, amistad, creencias, etc.) las diferentes personalidades que existen, a la hora de interpretarse a sí mismos, y a los demás.
Todo referido a lo personal o privado; nada que ver con lo público, donde cada individuo que está ocupando un cargo en la administración; tiene relación directa su comportamiento con nuestra economía, equilibrio y estabilidad, lo cual deben ser evaluados, criticados y denunciados sin que sea una contradicción con todo lo anterior.
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