Senda del Oso
Estos días he tenido el placer de recorrer la senda desde Villanueva hasta Teverga. Atravesar este paisaje es una maravilla en la que se alternan zonas de sol y de sombra, buena vegetación y, bordeando el camino, un río de aguas cristalinas con sus manantiales, en donde los turistas se detienen a refrescarse.
Dejo atrás Villanueva y alcanzo al área recreativa de Buyera. Buen aparcamiento, aunque algunos días se queda pequeño, y llegamos al cercado donde habitan los osos "Paca", "Tola" y "Furacu", siempre con muchísima gente observando a estos plantígrados, como la gran atracción de niños y mayores.
Sigo ruta hasta la Casa del Oso Goloso, y allí veo al popular Casimiro preparando las bicicletas que alquila a un grupo de jóvenes y ofreciendo indicaciones de cómo conducirse por la senda del modo más seguro para sacarle el máximo partido a la jornada. Hasta aquí, todo bien. En adelante, nos encontramos con los túneles de la senda. Pasarlos ya supone todo un reto, dada la escasa iluminación artificial, que imposibilita al tránsito seguro de caminantes y ciclistas, con pequeños sustos no exentos de algún que otro percance. Además de la abundancia de baches y piedras sueltas, que hacen que algunos tramos se asemejen a una mala "caleya" por lo que los ciclistas deben realizar algunas maniobras para evitar estos accidentes, causando otros a los viandantes que por allí transitan. Hace algún tiempo, un turista se apoyó en la balaustrada para obtener una foto cayéndose al río. Fue una desgracia con mucha repercusión mediática, lo que sirvió para que rápidamente se reparara la valla, aunque ¡a buenas horas...!, no es bueno esperar a que ocurra otra desgracia para llevar a cabo este tipo de actuaciones de mantenimiento, por lo que aprovecho el comentario para solicitar el apoyo del Principado y acometer algunas obras que no representan una gran inversión, que contribuirán a mejorar la seguridad de la senda.
De acometer estas actuaciones depende que la disfruten todas las personas que quieran vivir la experiencia de explorar esta maravilla de Asturias y, cómo no, de potenciar el turismo y la hostelería ubicada en la zona, protegiendo los puestos de trabajo que dependen de esta actividad, hoy por hoy la principal fuente de recursos de la comarca.
Hablando de gastronomía, en pocos lugares se come tan bien como en Proaza, Teverga o Quirós. Buena comida y a buen precio en la variada oferta hostelera local.
Invertir en la Senda del Oso es un valor seguro, naturaleza en estado puro a diez minutos de Oviedo, si llega esta preciada ayuda de la Consejería, que espero atienda mi humilde propuesta y a la que le ofrezco mi gratitud por adelantado.
Adolfo Castaño Menéndez
Noreña
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