Cuéntame un cuento
Lo que les voy a relatar no se corresponde con ningún cuento, sino con los hechos acaecidos en los últimos meses en el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sobrescobio.
Quiero empezar dando las gracias a todas las personas a las que he tenido la oportunidad de conocer un poco más en situaciones que requerían mi presencia, y que me han abierto las puertas de sus casas y de sus vidas. Por ellos y por la dignidad de los trabajadores va este artículo.
Este año, los políticos con mayoría en el Ayuntamiento de Sobrescobio han intentado desmantelar los Servicios Sociales municipales, personal incluido: auxiliares de ayuda a domicilio y trabajadora social.
El argumento, como no podía ser de otra manera en estos tiempos, fue el económico. Echándole culpas al Gobierno estatal del PP y argumentando una disminución de cuantías de la subvención para el servicio, cuando el Ayuntamiento de Sobrescobio, además de contar con el plan concertado para la prestación de servicios sociales, cuenta con fondos propios.
Han presionado hasta el infinito a este personal durante tres meses aproximadamente; según sus cuentas, "sobraban" dos auxiliares de ayuda a domicilio y el resto debía sufrir un recorte de jornada laboral y de salario.
Iguales recortes se planteaban para la trabajadora social, a ésta última se la incluía porque su sueldo era desorbitado, ya que le tenían que pagar la antigüedad laboral y el salario según convenio... ya ves tú qué carestía de salario, quisiera ver yo las retribuciones que se llevan algunos de estos políticos a casa a finales de año y las que se lleva algún trabajador municipal (con antigüedad y todo).
Llegaron al punto de tensar la cuerda hasta que una auxiliar de ayuda a domicilio pidiese la cuenta en el trabajo; dicha auxiliar era la más antigua, existiendo otras personas con situaciones personales menos desfavorables, pero ésta fue la solución que mejor les convino, con esto las demás auxiliares de ayuda a domicilio podían seguir trabajando a jornada completa (eso vendieron).
En medio de ese proceso de desmantelamiento, hubo reuniones donde nos intentaban convencer de todo ese cuento que estaban inventándose; grata fue la sorpresa cuando por motivos de salud tuve que quedarme en situación de incapacidad temporal. Este período fue aprovechado para hacer intrusismo profesional, atropellos y tropelías contra el trabajo social, me explico: iban concejales de varias áreas por los domicilios ofreciendo el oro y el moro a los usuarios de ayuda a domicilio, que si más horas de atención, que si más tareas (no específicas del servicio)... y como era poco, pusieron al mando del operativo a una auxiliar administrativa para coordinar el servicio de ayuda a domicilio.
Sí, señoras y señores, el trabajo social está de capa caída... cuando las funciones laborales de la trabajadora social se suprimen y se las dan a cualquiera, se suprime el trabajo social y así justifican que no existe la necesidad de tener este puesto de trabajo en el Ayuntamiento.
Usuarias y usuarios, defiendan sus derechos y defiéndanse de que cualquier persona no puede meterse en vuestras casas y vidas sin preparación, porque vulneran la confidencialidad y menosprecian una disciplina como es el trabajo social.
Irene Dos Santos González
El Entrego
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