¿Existe la clase media?
La respuesta no es tan fácil como a primera vista parece, pues, según algunos teóricos modernos, ya no hay clases sociales, todos somos ciudadanos libres e iguales por lo menos en cuanto a las oportunidades. En cambio, el escritor inglés A. Huxley, en su novela "Un mundo feliz", establecía en ese mundo sin problemas del futuro cinco clases construidas según la capacidad intelectual. La dirigente sería la clase alfa y seguía hasta la epsilon, que sería la más baja.
Se puede definir una clase social como un conjunto de personas que por sus ingresos y por el papel que desempeñan en la producción constituyen una unidad homogénea en la sociedad. Teniendo en cuenta estas relaciones con los medios de producción (la propiedad de estos medios), en la moderna sociedad capitalista hay fundamentalmente dos clases: la burguesía y el proletariado, pero hay otros criterios de estratificación social, como el económico, en el que se tiene en cuenta la renta personal, los ingresos, independientemente de los orígenes de estos, sin considerar si proceden del trabajo o del capital. Así se obvia toda la posición antagónica.
Aquí es donde encaja el concepto de clase media extendido por los ideólogos del sistema. La clase media serían los funcionarios, los comerciantes, los autónomos, los profesionales liberales, los campesinos, etcétera, es decir, una serie de grupos que tienen pocas cosas en común, que no forman una unidad homogénea, que no son una clase en sí, como dicen los marxistas.
En las fases altas del ciclo económico, en los tiempos de bonanza, es fácil extender las creencias, los mitos, del bienestar, la centralidad, la clase media próspera con el futuro asegurado, pero cuando llega el crack, la depresión, los funcionarios ven sus emolumentos recortados, los comerciantes no venden por el avance del paro y el bajo poder adquisitivo de los salarios, muchos pequeños empresarios tienen serias dificultades par colocar sus productos y tienen que cerrar. La crisis deja ver lo que la ideología socialdemócrata ocultaba, "que el sueño de la clase media era una ilusión", que hay unas élites económicas y políticas que tienen el poder y el gobierno. Éstas toman una serie de decisiones (políticas neoliberales) que les benefician, pero perjudican al resto de la población. Es lo que algunos llaman la casta contra el resto de la gente, contra la gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas. La clase media va desapareciendo en la conciencia de la gente. En la realidad, no existía.
Mario Gutiérrez Rubio
Felechosa
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