La Nueva España » Cartas de los lectores » El placer de la naturaleza y la angustia de la crisis

El placer de la naturaleza y la angustia de la crisis

16 de Septiembre del 2014 - María Aurora Barros Viña (Avilés)

Hay que ver lo bien que una siente cuando se encuentra contemplando la naturaleza. La verdad es que para hacer estas cosas no hace falta recorrer kilómetros. Una se siente como si hubiese nacido y vivido toda su vida en un paraíso, Asturias. Hay que reconocer que en éste nuestro país, España, hay paisajes maravillosos. A pesar de haber recorrido media España, me he dedicado últimamente a ver desde mi casa y por la tele la vuelta ciclista de España. Hay que reconocer que no tenemos nada que envidiar al Tour de Francia ni al Giro de Italia. Los paisajes que se pueden apreciar en cada uno de ellos son maravillosos, pero distintos. Y si hablamos de los ciclistas Después de ver la labor de Alberto Contador, no quiero hacer comparaciones con otras vueltas.

Nuestro país, quizás porque sea el nuestro, o porque realmente es maravilloso, no tiene nada que envidiar al resto. Me he sentido feliz desde mi sofá apreciando lo maravilloso que es nuestro país. Ha sido como una terapia para mí. Y aun reconociendo los problemas económicos que se están padeciendo en este país y que aunque parezca que llevan una dirección hacia el alta, reconozco, como no, que la gente de a pié no hemos percibido lo más mínimo ninguna dirección al alta, ninguna mejoría. Supongo, se supone que estas cosas han de llevar un tiempo antes de que nos demos cuenta que es cierto. Espero estar acertada en lo que pienso, de lo contrario, las cosas nos seguirán yendo mal mucho más tiempo de lo que yo pienso.

Entiendo que este problema de la dichosa crisis no es cosa de unos días, porque tampoco comenzó hace unos días y se ha empezado a atajar demasiado tarde. Este problema económico, y no solamente económico, sino también político; porque tenemos que darnos cuenta, creo yo, que lo político y lo económico va unido, teniendo en cuenta que los que nos gobiernan son políticos y son los que se dedican a intentar sacar a este país de la crisis económica en la que nos han metido ellos mismos.

También soy consciente de la corrupción existente en este país. Pero no puedo, lo siento si alguien no se siente identificado con lo que pienso, culpar a nadie en concreto. Más bien puedo decir con toda libertad y sinceridad que no ha quedado ni un solo partido que no se vea involucrado en problemas de corrupción. Ya lo he comentado en otras ocasiones, la última no se ha publicado, quizás por ser inoportuna o por que no fuese lo suficientemente importante, o porque ya se hubiese hablado de ello con anterioridad.

Bien, por el motivo que fuere, no se ha publicado. Pero yo no estoy callada, aunque también tengo derecho a ello, cuando no tenga ganas o no me encuentre con las fuerzas suficientes para hacerlo. Eso no quiere decir que no sepa lo que pienso, lo que quiero y lo que voy a hacer cuando llegue el momento en el que tenga mi derecho a expresarme. Y para ello no hace falta ni ser una gran intelectual, ni ser doctora, ni tener una moralina que malinterpretan algunas personas, pero que no me molesta en absoluto.

La sensatez es algo importante para tener en cuenta, sobre todo en esto momentos tan graves y tristes por lo que esta sociedad, y pongo énfasis en la sociedad asturiana, sobre todo, está pasando. Unos lo notan mucho. Sí, porque se quedan sin trabajo y sin confianza en volver a encontrarlo. Otros porque trabajan tres meses y los manda para casa dos y con sueldo bastante precarios, otros lo notan menos porque tienen un empleo fijo y sus sueldo son bastante aceptables, y otros no lo notan nada porque tienen unos sueldos muy elevados y pueden seguir manteniendo su elevado nivel de vida.

Y así van pasando los años. Mientras unos se las ven y se las desean para llegar a fin de mes, otros pueden irse a las Bahamas a pasar sus vacaciones durante todo el verano.

La vida siempre ha sido así, siempre ha habido ricos, menos ricos, pobres y muy pobres. Pero con esto no quiero justificar nada. Simplemente decir que los políticos, todos, en lugar de estar mirando cómo pueden sacar un escaño más o menos, un ayuntamiento o una Comunidad Autónoma más o menos, deberían de ocuparse de analizar los sueldo que se están pagando a los trabajadores de este país y pensar en cómo se las arreglarían ellos para vivir 30 días con ese dinero. Seguramente que si se hiciesen ese examen de conciencia, procurarían solucionar estos problemas tan graves por los que esta nuestra sociedad está pasando.

Pero tengo que decir con la mayor sinceridad que esto afecta a todos los partidos políticos de este país, pues unos gobernaron y no se ocuparon para nada de los trabajadores. Otros están gobernando y, si se ocupan, como dicen, se nota muy poco, o de momento nada. Y el resto han colaborado en entorpecer que se hiciera algo positivo para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, por ejemplo, de disminuir el desempleo que aunque se dice que ha disminuido, no se nota y los que no han conseguido llegar al poder se han arrimado para poder entrar en el juego y apoyar a los que de ellos necesitaban para entrar en el poder aunque fuese por la puerta falsa.

El juego siempre ha sido el mismo. Y en este juego tienen mucho que ver también los sindicatos, que tampoco se libran de la corrupción. Vamos que no se libra ni uno.

Cartas

Número de cartas: 46080

Número de cartas en Octubre: 18

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador