El estilo de El Corte
Como cliente razonablemente fiel de El Corte Inglés desde mi más tierna infancia (Dinosaurs ruled the Campo Grande and the San Francisco's Park), y a pesar de no ser accionista, los avatares de esta emblemática empresa me interesan casi como propios: la reconozco, agradecido como uno de los elementos moduladores de la parte más entrañable de mi consumismo vital.
En el triste e inesperado fallecimiento de su líder, cargado de merecidos reconocimientos, sumo mi insignificante gotita, dirigiendo un elogio a quien más Ha contribuido a crear ese estilo inconfundible de marca en El Corte Inglés. Me quiero referir a la categoría profesional, al saber estar estético y ético, físico y psíquico, a la amabilidad y competencia de su personal. Saber que Allá Arriba pronto habrá Cortes, Supercores, Megacores y demás superficies entrañables y bien dotadas le quita a uno algo del miedo al tránsito a lo desconocido (aunque tampoco haya prisas por visitar las sucursales que Isidoro álvarez ya está abriendo en casa -de- Dios).
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