Consejero de Sanidad (trilogía)
En mi primer capítulo, repartía las culpas; en el segundo las hacia como más personalizadas, y en este tercero y último diré lo que se, y lo que tal parece ser:
1) La huelga de médicos logró hacer un daño inmenso dejando un lastre de atraso en general, difícilmente recuperable. Lo cruel del caso es que todo fue consentido desde esa administración inepta, que no supo poner a cada cual en su sitio, tampoco en negociar lo razonable y lo que no lo era, ya que nos jugábamos mucho, como estamos viendo. Los sindicatos, varios (un montón) siglas tras siglas, que fueron dando muestras de su nulidad negociadora y en ultimo termino el haber acudido a los Tribunales antes de introducirnos a todos en esta salvaje huelga; ya que si interpretaban que sus derechos estaban siendo pisoteados -tan simple y sencillo- ir al Juez, y éste les daría la razón sin tanto desastre sembrado. Sobre esta huela, habría que decir muchas más cosas, pero me alargaría demasiado, solo recordar que estaba tejida para hacer daño con el menor coste posible para los huelguistas, olvidándose de muchos enfermos, a los cuales usaron de barricada para conseguir sus fines; y a eso podríamos llamarle ruindad de la buena, ya que si ustedes estaban de huelga, quédense en casa sin jornal todos los que no fueran requeridos por servicios mínimos. Lo que consiguieron fue durante muchos días, aplazar consultas, pruebas y operaciones que ahora acumulamos para vergüenza de excepcionales profesionales. ¿Pudieron dormir tranquilos, sabiendo el daño que causaban? ¡claro que sí! de lo contrario hubieran actuado con la responsabilidad que su puesto conlleva. Conviene recordarlo, es que de esos polvos, estos lodos. No seré yo, quien coarte el derecho de huelga a nadie, pero personas con capacidades y posibilidades debieran haber defendido sus derechos como lo hacen las personas integras y capaces, ante la Justicia. Los que fueron aptos de ir acumulando retrasos sin duelo ¿Cómo podemos confiar ahora, que harán lo posible por disminuirlos? podríamos hablar largo y tendido de horarios, peonadas, horas extras, descansos, etc. donde ustedes tienen la sartén por el mango, ante esta administración de medio perfil.
2) ¿Benéfica a alguien esas listas de espera? creo que sí, entre otros a la Sanidad Privada de la que no son ajenos algunos profesionales que la compaginan, y que les preguntaría, si por aquella estaban de huelga en ambas parcelas, o solo en la parte pública, y de ser así sería una canallada en toda regla. Los enfermos ante la angustia y preocupación de su mal, acudirían a ser atendidos en privado.
3) ¿Los políticos y profesionales Sanitarios sufren esas demoras del mismo modo? ¡No! por lo tanto, si de ellos dependemos, como están arreglados, las tenemos apañadas. Recuerdan al Rey en todas sus operaciones e ingresos, a Esperanza Aguirre, etc. han tenido que estar meses esperando ¡verdad que no!
4) No se espanten, en Madrid hemos visto cosas peores, el cómo los intereses se entremezclaban con los políticos de turno y empresas que gestionarían esa externalización famosa, Ahí sí, los médicos y demás profesionales actuaron con denodada ejemplaridad, y lucharon por todos, esos si merecen todo el respeto y admiración.
5) Aquí en Asturias, una Comunidad pequeñita, con buenos Hospitales y bien equipados, no puede ser que pasen estas cosas. Señor Consejero, perdone por señalarle, pero su labor además de oscura, es imperceptible. Y a los magníficos y responsables profesionales de nuestra Sanidad, que los hay, solo pedirles disculpas, mi dedo marcaba a los otros, los que no lo son tanto. Solo espero no ver una huelga como aquella jamás.
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