Aldamaras de Valnalón
17 de septiembre. Las Cuencas en LNE. María Luz Rodríguez visita Ciaño. Se trata, huelga decirlo, de la secretaria federal de empleo de la ejecutiva del PSOE. La dirigenta nacional (a tal señora, tal honor) es recibida in situ por la claque itinerante de liberados sindicales y municipales, que acude a este tipo de eventos como piña de zánganos a un panal de rica miel. Los jóvenes sólo tienen dos colas, la del paro y la de la terminal 4 de Barajas; el Gobierno los condena a la precariedad y al exilio, denuncia María Luz, y propone, como medida de choque para aliviar las colas, la contratación inmediata de 3.000 funcionarios que atiendan a los desempleados. ¿Es posible que a estas alturas aún queden tres mil militantes por colocar? Para que luego digan.
El Gobierno del Principado afronta la lacra del paro juvenil a su manera. Un joven con Formación Profesional que no haya trabajado 90 horas en su especialidad puede obtener una beca de 416 euros mensuales para trabajar durante 6 meses a tiempo completo. Los 9 meses siguientes cobrará el 80 por ciento del SMI (519 euros), mientras el empresario recibe una subvención de 5 euros por hora trabajada, hasta un máximo de 5.000 euros. Divididos entre 9, le salen 555 euros por mes: cobra más de lo que paga. A un chaval del Oriente (al que llamaremos Juan) le informan en la oficina de Cangas de que en Aller hay una oferta que corresponde a su perfil. Comprueban sus datos y le dan cita en Moreda. Lo entrevista una funcionaria supermaja. Lo llamarán de la empresa en unos días.
Lo llaman. Pero de Aldamaras de Valnalón, una agencia intermediaria (el agujero negro del paro es un caladero muy goloso en el que meten cuchara partidos, empresas y sindicatos). Viaje a Langreo, donde hasta los gorriones comen de la subvención. Nueva entrevista y, por fin, se avista puerto: sólo queda tomar contacto con la empresa, en Felechosa, para atar cabos, concretar cita y empezar. La empresaria lo único que parece tener claro es que le mandan de papo un empleado para una temporada. Llamada de la madre a Valnalón. Ahí podíamos llegar. ¿Con qué derecho se interesa una madre en el porvenir de su hijo?
Para un chaval del Oriente Felechosa suena al cuarto pino. Camino del cuarto pino, recibe Juan una llamada de la intermediaria. Stop. Todo anulado. La señorita de la agencia le da una patada a la madre en el culo del chaval. Con alevosía, en el último momento, para que duela más. No fue el único incidente en este ir y venir a ninguna parte. Con anterioridad, habían llamado a Juan del Inem de Oviedo; alguien del que nadie sabe quién le había dado vela en este entierro pidió al chico los datos y díjole al cabo de un rato que no reunía el perfil. ¿Y en Moreda, sí? Cuestión de interpretaciones, y la mía prevalece.
¿Carece de modales esa gente? En absoluto. Gastan modales de partido único. Modales del franquismo (cuando cualquier ordenanza, analfabeto funcional, te gritaba tras el hombro: oiga, ¿usted no sabe leer?). ¿Están volviendo o nunca se habían ido? ¿Tres mil nuevos funcionarios para pastorear el desempleo? Dejémoslo en 2998: para marear a los parados y hacerles sentir que son unos pringados en Asturias ya tenemos dos, uno en Oviedo y otra en Langreo. Aldamaras de Valnalón: podía ser un topónimo bonito en lugar de un mal recuerdo.
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