Infórmense antes de opinar
Leo en LA NUEVA ESPAÑA del 21-9-2014 una reseña en la cual la formación política UPyD en el Ayuntamiento de Avilés manifiesta, entre otras lindezas, que la Policía Local tiene competencias poco importantes. Cada día estoy más convencido de que la ignorancia es la madre de la felicidad. Y estos representantes del ciudadano deben de ser felicísimos. Entre otros, claro, porque todavía recuerdo cuando el concejal Pedro García manifestó que no mandaría a la Policía Local a un desahucio aunque fuese requerido por el juez. Y no se puso ni colorao. O, últimamente, cuando el concejal de Urbanismo -concejalía curiosa esta, desde luego nadie da puntada sin hilo pasito a pasito- Teófilo Rodríguez, solicita incoación de expediente a dos policías por manifestar -fui testigo- entre vecinos de La Luz, opiniones personales, en ningún caso, información que por razón de su cargo tengan que mantener en secreto. Pero claro, esto lo dice la ley, y pedir que don Teófilo la conozca es clamar en el desierto, porque entonces también habría que aconsejarle que leyese la Constitución, un librito con 169 artículos en los que se determinan los derechos y obligaciones de los españoles (entre otras cosas, como instituciones del Estado) que después se desarrollan a través de leyes orgánicas, que para esto son. Y le aconsejo a don Teófilo que se la lea para que se entere de lo que es la libertad de expresión (artículo 20) que es la misma que yo estoy ejerciendo a través de este periódico. Aun a riesgo de expediente. Pero volviendo a las manifestaciones de UPyD, yo les pregunto: ¿A quién van a llamar cuando tengan un accidente de tráfico en Avilés? O cuando tengan el vado ocupado, o cuando el vecino de arriba se asome a la ventana y les vomite sobre su ventana. O cuando vean en el jardincillo de su portal que un perro hace sus cosas y su dueño no las recoge. O cuando vean sobre la acera un coche y no puedan pasar con el carrito del niño, o cuando a las tres de la mañana, cuando el bar de abajo, tenga ruido y las puertas abiertas, y no les dejen dormir. O cuando a esa misma hora tengan debajo de la ventana una moto o un coche a escape libre, o cuando estén en el parque de Ferrera y un perro suelto les asuste. O cuando alguien tire la basura fuera de los contenedores, o cuando una terraza no les permita pasar por una acera, o... En fin, sólo es un pequeño ejemplo de las competencias de la Policía Local, competencias que por lo visto los políticos, de cuyas decisiones podemos llegar a depender, desconocen, viendo lo visto. Pueden llamar al Ejército, a ver qué les contestan. A los miembros de dicha formación política les aconsejaría leyesen la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, especialmente su artículo 53 (funciones de las policías locales) para que así, cuando den una opinión, esperando crear dogma de fe, que al menos dicha opinión, esté fundamentada. Tengo claro, desde hace mucho, que el Ayuntamiento de Avilés debe ser como un puesto de paso, para llegar, léase señor Ponga, señor Rodríguez Vega, y la actual regidora, -ya veremos- a puestos más dignos e importantes, y como no podría ser de otro modo, bien remunerados. Ruego a los representantes de UPyD en Avilés, por si un día llegan a la Alcaldía -se puede llegar a pactar con el diablo con tal de coger sillón- les rogaría conociesen las leyes y la normativa vigente. Sobre todo para que no haya meteduras de pata manifiestas, como las aquí descritas. Se habla últimamente de los problemas dentro de la Policía Local de Avilés, igual los principales problemas, es que algunos se toman este cuerpo al servicio de los ciudadanos, como su corralito particular. Pero afortunadamente, los funcionarios de dicho cuerpo saben de sobra a quién se deben. Pero con lo que no podrán dichos representantes políticos, más que les pese, es con esta libertad de expresar, lo que los medios de comunicación sí permiten.
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