Peligrosas bicicletas
Otro anciano atropellado en Gijón por una bicicleta en una acera. Y van... Un octogenario vecino de Cimadevilla, que utiliza bastón para caminar, fue arrollado junto al reloj de los Jardines de la Reina. Tiene un brazo totalmente inmovilizado y se está a la espera de otras posibles secuelas. Vivía solo y ha tenido que ser recogido por su familia. Y todo ello se lo tiene que agradecer a la política de tolerancia y permisividad con las bicicletas de nuestro Ayuntamiento. No hace mucho era un niño el que era atropellado en la calle Corrida, que es peatonal. Hace una semana pude contemplar cómo un adolescente estuvo a punto de atropellar a un matrimonio de gente mayor al doblar la esquina de una acera de menos de un metro en Rodríguez Sampedro. No es de extrañar, por tanto, que los amigos del anciano atropellado, todos ellos de la tercera edad, no hagan más que repetir la frase de que hasta que una bicicleta no mate a una peresona no van a hacer nada los del Ayuntamiento (y tiene su lógica que piensen así: recuerdan que no se empezaron a tomar medidas contra el desmadre de la movida nocturna gijonesa hasta que mataron a un joven).
Por eso es tan indignante que hace unos días el señor Montes Estrada, Churruca, se jactase en un artículo de lo mucho que el gobierno de coalición de Gijón había hecho por el peatón, precisamente cuando una semana antes un conocido periodista gijonés, en su columna semanal, había manifestado que la situación actual del peatón gijonés es la de un paria y que la política del Ayuntamiento con las bicicletas tenía un nivel intelectual similar al del que asó la manteca.
Realmente, algo funciona muy mal en nuestro Ayuntamiento cuando en las aceras y paseos gijoneses rige la ley del más fuerte y se dan todo tipo de facilidades para que se atropelle a niños y ancianos, que son los más débiles usuarios del espacio público.
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