San Mateo: Renovarse o morir
Damos por finalizado San Mateo y a mí, como ovetense, me gustaría hacer una valoración.
No quiero mostrar aquí un peloteo al Alcalde; no es que me guste alabar a los políticos, pero hace un año leía críticas feroces a unos cambios que incluso a mí me parecieron algo alocados. Pero un año después compruebo que disfruto mucho más de San Mateo que antes.
Ahora puedo chiringuitear como antaño, pero más cómodo, sin tanta aglomeración, porque la gente que estaba en los conciertos de la Catedral ahora está en La Ería (recinto al que me referiré luego) y otras personas se están dando una vuelta por “Gastromateo”.
Esos cambios han sido, para mí, lo mejor. Ahora puedo salir con mi madre o con los amigos un día relajado e ir al paseo de los Álamos y disfrutar de música, de comida y de San Mateo sin agobios. Incluso al salir de trabajar, al mediodía, es un lujo el “Gastromateo”.
El recinto de La Ería es alucinante. Puedo ver conciertos como Dios manda, sin tener que subirme a un andamio para ver bien, con acústica espectacular, y aunque haya en mi caso que caminar más de lo apetecible, hacemos que la ciudad entera participe en las fiestas y no sólo cuatro calles del centro.
En definitiva, tenemos unas fiestas con los chiringos de siempre, que siguen siendo geniales, “Gastromateo”, que es una alternativa muy buena y el recinto de La Ería para evitar en la Catedral locuras de salidas peligrosas y que además la acústica y comodidad de la Ería es muy buena. Ya sin olvidar para los que tienen hijos de la cantidad de actividades que tanto en la plaza del Ayuntamiento como en el Campo San Francisco, tuvieron para los más peques.
Por tanto, no me queda más que felicitar al Alcalde y a la SOF por unas geniales fiestas que hace un año tanto asustaban. Y es que los cambios asustan a pesar de que sean para mejor. Por eso creo que hablando de otro cambio significativo, el año que viene nadie hablará ni de letras ni de números, do you know what I mean?
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