Los albergues asturianos, los peores
Hace unos días he hecho el Camino primitivo partiendo desde Oviedo a Santiago; ha sido el 4.º, ya que tengo tres “franceses” y es este último al que hago referencia. Pero no voy por esos caminos ni mucho menos, aunque algún día habrá que hacer mención de ellos, su estado, señalización, etcétera.
Los albergues asturianos son, sin ningún género de duda, los peores de este camino, inclusive del “francés”.
Algún responsable tiene que haber con tanto cargo como mantenemos para vigilar y adecentar los municipales como para denunciar y cerrar a los privados si se diera el caso de su insalubridad.
Seguro que habrá alguien, político claro, que diga o piense que antiguamente los peregrinos dormían la mayoría de las veces al raso. Pues también antiguamente los políticos no cobraban ningún tipo de emolumento; no como ahora, que yo les voto y ellos se ponen el sueldo, todo tipo de prebendas y un largo etcétera.
Para dar algún ejemplo de albergue municipal, que no sólo hay uno en todo el Camino sino varios, el de Berducedo, con un precio, como todos los municipales en el Principado, de 5 euros, da de todo; hasta pena. Pero lo bueno viene cuando llegas. Como es tan pequeño, está lleno, te tienes que ir al privado; ese sí que se las trae con 15 euros. Vayan, vean y actúen; salgan algo de los despachos aparte de hacerlo para tomar café y pasear.
Si quieren otro ejemplo de cómo hacer las cosas bien, ya que les gusta tanto viajar gratis a costa de los contribuyentes, visiten el albergue Cantábrico de Fonsagrada (Lugo) y tomen nota de cómo, si se quiere, se puede hacer algo bien; es privado, eso sí, pero por 10 euros te dan hasta cepillo y pasta de dientes, tienes secador de pelo, los servicios completos muy amplios y no digamos de las literas: excelentes y con sábanas de tela y edredón.
Vamos, que cuando Mariquita quiere se pueden hacer muchas cosas.
Aquí, en Asturias, ni sábanas de papel. Señores: es por higiene. Y si no, copien algo de alguien, ya que en Galicia llevan años dándolas. Ya sé que llevamos saco, pero una película de papel no viene nada mal, puesto que entre cambio y cambio de colchón no sé yo cuántos años pueden pasar (pero seguro que muchos).
Por favor, quienes gustamos de disfrutar de la naturaleza en compañía de más gentes, somos personas; también los de fuera y los extranjeros. ¡Vaya panorama que presentamos en esta Asturias tan acogedora!
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