ANTONIO BARTHE Y SU "PERRIN"
Con estas letras quisiera recordar y despedirme del profesor Antonio Barthe Arias, que nos dejó el pasado 25 de septiembre en León.
En este mismo periódico, en su entierro en León, en su funeral en Oviedo han usado todos los calificativos que hacia una buena persona pueden usarse.
Aun recuerdo cuando se puso en contacto conmigo debido a mi trabajo. Necesitaba a alguien que sacara a su "perrin" de paseo mientras él tenía clases o algún evento.
Cuando fui a su casa resultó que el tal perrin pesaba 35 kilos pero a su lado incluso parecía pequeño, ya que Antonio era un hombre grande...grande en todos los sentidos lo cual descubrí según iban pasando las semanas, los meses...
Todos los días teníamos charlas de todo tipo: la iglesia, el lobo, la gastronomía, su pasión por la zona occidental de Asturias donde veraneó muchos años y cómo no! Su perrin.
Siempre tenía una palabra agradable, y sin olvidar sus chistes/piropos como: tu novio te deja salir así de casa? no tiene miedo a que te secuestren?...
Cuando yo estaba enferma me llamaba y se despedía con un: cuídate ,por favor, ya me ocupo yo del perrin.
Fuimos entablando una relación a la que también se agregó su esposa. Una mujer culta, educada y con una suavidad al hablar que te hipnotiza, y de la que él hablaba con un cariño especial. Los dos nos contaban sus innumerables anécdotas y disfrutábamos oyéndolas, ante la atenta mirada siempre fiel de su perrin. Cuando decíamos de ir a algún sitio de viaje enseguida se ofrecía a hacernos un plano, darnos datos curiosose incluso en muchos de nuestros viajes por Parque Naturales decíamos: esto le iba a gustar a Barthe!!! Y hacíamos fotos para luego enseñárselas. Cuando comíamos algún queso o vino decíamos: hay que comentárselo a Barthe.siempre estaba presente porque cuando se lo contabas te demostraba su agradecimiento escuchando atentamente.
Siempre fue su perrin el que nos mantenía unidos, tras el periodo vacacional volvíamos a vernos, por el "perrin", y siempre nos recibía con una amplia sonrisa.
Cuando estaba enfermo me llamaba para confiarme a su "perrin"... pero siempre con un gracias y un por favor de antemano.
El día que nos enteramos de su partida, mi novio y yo quedamos desolados, perplejos, diciéndonos :no puede ser!, porqué con la cantidad de mala gente que hay se ha tenido que ir alguien que aportaba tanto a esta vida.
Le echaremos de menos mucho todos, a parte de los suyosla gente que sacaba el perro por donde él lo sacaba, sus vecinos (como Julita) que decía que era su ángel de la guarda.un montón de gente dispar, ya que él era tan especial que todos tienen un grato recuerdo ahora que no está, pues era de esas personas que cuando hablabas con él siempre aprendías algo.
En resumen: has dejado un vacio grande, se apagó ese gran corazón que latía con tanta fuerza que te hacia así de vital y Antonio, gracias a haber sido como fuiste, no dudes, que nos seguiremos preocupando por tu gente y cómo no!!! por tu "perrin" ,Thor.
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