se vende una vieja finca
BIENES RELICTOS Y TESTAMENTOS
Embebecido en la lectura de viejas hijuelas me doy un paseo por el monte y por las viejas palabras del idioma de la tierra. Es auténtica sidrina de Contreces la que se escancia aquí en estos legajos y pliegos de cordel para mi paladar de filólogo... y dejo a mis fios -escribe la abuela Manuela que se había casado en segundas nupcias- todos los prados y fincas que heredé de mi padre en Puente Vega y testo pro indiviso la casa vieja y 90.000 pesetas de herencia (esto en los años 20 era un capital pero hay que tener en cuenta que el padre de la abuela era indiano y un militar rico comandante ayudante del general Weyler...) Y el solar de la casona que mide 113 metros cuadrados con su antojana al frente con la casa de la Metida y la finca vieja de la huerta que llamamos del Niso con su tendejón lindante con la hierba tras la fuente y el monte de la Perina y el prado de la Catuxa que compramos a un labrador de la Rondiella por tres hogazas de pan, una cántara de vino y tres días de bueyes.
Lego a mis sobrinos de Pravia Belarmín y Dorina la finca del Llaguezo en Vega de la Fuente y los Nocedos, la Tablada del Dormón y la Fontica, la Reguera y la casa de Omaña en la Veigucha de Lamuño y el prado Zarrón en las huelgas de la Magdalena por los recuestos del Ribete.
Hermosas palabras, evocadores recuerdos. La Metida aguanta los embates de las olas del tiempo y sigue ahí con su cartel de "se vende", sola, un nido de gaviota reclinada en la falda del monte de Betulia fabricada en el siglo XVI como posada de peregrinos un paradigma de construcción rural y que el Principado de Asturias debiera ayudar a mi familia a conservar y a reconstruir. Cayó el hórreo pero los muros del cocedero la chimenea y el llar las vigas los machones, el tillado y las mesas no se vinieron abajo. Ayer saqué de una alacena una botella de orujo destilado hace más de medio siglo. Un par de copas y esta mañana me siento como nuevo. Hablé con los ángeles que bajan al Rellayo la noche de san Miguel.
Se escuchaba el rumor de las olas, lejano, estrellándose contra los rompientes del acantilado. Encontré un brocárdico en uno de los antiguos calendarios colocados como tacos en la pared, del año 59, ya ha llovido: " la muller y la sardina piquiñina" alborózame el refrán y el orujo viejo pasaba bien y con todos estos datos en el magín escribí el último capítulo de mi libro "Cela el Café Gijón yo".
Vuelvo a mis lares doy de lado a los volatines de la ambición escucho el rumor de la brisa que menea las quimas del laurel. Estoy recogido y feliz escondido en las frondas del "Beatus ille". Yo me rio de los pedantes que ponen cuello de cigüeña y orejas de liebre como refiere el padre Baltasar Gracián mofándose de los engaños del mundo. Luces y realces, villano en mi rincón. Un libro y un amigo quiero yo en mis lares (el LLagezu, prau Dormón, la huerta del Niso, Vega la Font, los Noceus, el monte Zarrón y las huegas de la Magdalena y esas tierras que compró nuestro tatarabuelo por tres hogazas de pan y tres días de bueyes y un garrafón de vino castellano. Xunce les vaques Ramona que nos vamos a la hierba, y la mujer y la sardina pequeñina; hermosas palabras y hermosos conceptos y vivencias guardados en el arca del bable) Asturias siempre fue buen paño. Patria mía que te quiero tanto y hablen otros del gobierno del mundo y sus monarquías. Villano en mi rincón. Aquí quise vivir. Aquí quiero morir.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo