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A Faustino García Mata Álvarez

7 de Octubre del 2014 - José Manuel Pidal Cardeli (Colloto (Siero))

¿Cuáles son las verdaderas razones de Faustino?

Este señor se autotitula:

Portavoz de la catequesis y de los colaboradores de la parroquia de Limanes.

¡Qué rimbombante, qué fantoche!

Pero Faustino no es portavoz de nada en la parroquia de Limanes. Está mintiendo. Y llega incluso a identificarse con la misma catequesis, cuando dice: la catequesis de Limanes quiere transmitir lo siguiente:

Si quieres decir algo, dilo tú, pero lo que tú dices no lo dice la catequesis de Limanes, lo dice Faustino, y punto.

Pero tú no eres catequista de Limanes, y ni siquiera perteneces a la parroquia de Limanes, aunque hayas nacido en ella. Incluso cuando eras catequista de Limanes sólo ibas por la parroquia entre octubre y mayo, y ni siquiera en esos ocho meses participabas en la misa dominical de todas las semanas.

Tú vives en Oviedo y allí está la parroquia a la que perteneces. Por cierto, ¿sabes cómo se llama tu parroquia?, ¿conoces el nombre de tu auténtico párroco?, ¿y tu párroco también miente de una manera rastrera como el párroco de Limanes?, ¿acaso también vas a pedir su dimisión? Eres patético.

Cuando dices, refiriéndote a mí: “Este ser, que demuestra día tras día ser un auténtico hipócrita...”, ¿te acuerdas cuando nos lamentábamos porque los niños, una vez hecha la primera comunión, no volvían a la iglesia porque sus padres no les daban ejemplo y no les acompañaban...? Y tú y tu compañera desaparecíais en mayo y no volvíais hasta octubre a la iglesia de Limanes. ¿Esa forma de actuar por vuestra parte no es hipocresía? La otra catequista, en este sentido, era coherente, no era hipócrita.

Tu talante intolerante y dictatorial se manifiesta reiteradamente en una serie de expresiones como:

- “No vamos a tolerar ni una sola palabra difamatoria hacia nuestras personas”.

- “No toleramos ningún tipo de expresión (ni pública ni privada) manifestada por este señor con el único fin de desprestigiar a los catequistas...”.

- “y no admitimos que el sacerdote pretenda lavar su imagen a nuestra costa...”.

Las frases que tú me dedicas a mí, cura párroco de Limanes, ¿las consideras tolerables y admisibles? Por ejemplo:

- “El reverendo José Manuel Pidal Cardeli miente de una manera rastrera...”.

- “Pero no consentimos que una mentira, por muchas veces que la repita el reverendo Pidal Cardeli, se vaya a convertir en verdad...”.

- “No nos haga reír, Pidal Cardeli, queda como lo que es: un ser absolutamente despreciable”.

- “Este ser, que demuestra día tras día ser un auténtico hipócrita...”.

Supongo que si esto lo hubiera escrito yo de ti, te pondrías a gritar como un energúmeno: no vamos a tolerar, no toleramos y no admitimos...

Mira, Faustino, tú no necesitas a nadie que te desprestigie y que te difame. Te bastas tú mismo:

-El domingo, día 14, después de leer tu escrito, un feligrés me llamó y me dijo: “vaya catequista, como para confiarle la enseñanza de un hijo...”.

- Este mismo año, en la preparación de las ceremonias de primera confesión y primera comunión, en diálogo con los niños, me encontré con que los niños no sabían los mandamientos de la Iglesia, ni les sonaban, y los padres, que estaban presentes, se extrañaron y me decían: ¿entonces, qué les enseñan? Esto no es invención mía, ahí están los padres, que todavía me lo recordaban estos días...

- Y también me encontré con algunos chicos-chicas que tuvieron que ir a confirmarse fuera, según me dijeron, por culta tuya... Y algún catequista antiguo al que aburriste hasta conseguir que se marchara...

Hace relativamente poco tiempo escribías lo siguiente: queremos “agradecerle a don José Manuel la vocación de servicio que tuvo a lo largo de estos cinco primeros años en Limanes. No sólo queremos que no se vaya sino que pedimos a Dios en nuestras oraciones que le dé mucha salud y fuerzas para estar durante muchos años con todos nosotros. Gracias por la calidad humana, por su cariño, por su afecto, por su dedicación, por sus iniciativas, por su valentía y por sentir la parroquia de Limanes como nosotros sabemos que la siente. No está solo, porque los que abajo firmamos le consideramos más que un jefe: un amigo y una persona de bien...”.

También escribías: “Desde el mes de julio de 2006, momento en que D. José Manuel Pidal, tomó posesión de la parroquia de Limanes, tras el fallecimiento de nuestro querido D. Carlos, hemos tenido no sólo un perfecto clima de trabajo sino que hemos y ha fomentado una amistad que nos une hasta el día de hoy. Bajo su coordinación y supervisión, concedió y concede total libertad para la puesta en práctica de ideas que nos surgen, y cuidó, veló y mantiene con cariño el respeto que los habitantes de esta parroquia y el propio don José Manuel le tenemos al anterior párroco. No olvidemos que fue precisamente de D. José Manuel de quien partió la idea de ponerle la placa conmemorativa que figura en el interior de la iglesia y llevó a cabo con entusiasmo y alegría la inauguración de la plaza de la iglesia parroquial bajo el nombre que muchos de nosotros llevamos en nuestros corazones”.

¿Cuál es la razón de este cambio tan radical en tu forma de pensar sobre mí? Mira, te diré con humildad que mi trayectoria sacerdotal, a lo largo de más de 44 años, se parece más a estas últimas consideraciones del año 2011 que a las insultantes y difamatorias afirmaciones tuyas del pasado 13 de septiembre de 2014. Yo, por lo menos, eso intenté que fuera mi sacerdocio. Y estoy seguro de que mis superiores y compañeros y muchos de mis feligreses de ahora y de siempre así lo consideran también.

José Manuel Pidal Cardeli, cura párroco de Limanes, Colloto (Siero)

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