El ébola en España
Ya está aquí, ya ha comenzado el principio del fin, el final de la humanidad. Esta semana se ha detectado el primer caso de ébola en España y, por tanto, en Europa, todo gracias a un Gobierno que trajo no a uno, sino a dos enfermos a nuestro territorio, haciendo caso omiso a todos los protocolos de seguridad.
Lo normal, lo lógico, lo que mandan estos protocolos es no esparcir la enfermedad por medio mundo, pero nadie dijo que nuestro Gobierno fuera normal o lógico.
Han condenado a España y posiblemente a la humanidad entera. El ébola se transmite muy rápido y, lo que es peor aun, no tiene cura, por lo que pese a que hoy sólo hay un infectado en nuestro país, en un par de meses podría haber cientos y estos cientos, a su vez, contagiar a mucha más gente, que, tristemente, morirá sin poder hacer nada.
Además, llega en unos meses donde los resfriados y gripes son comunes, por lo que la gente se infectará y pensará que es un simple resfriado, cuando realmente estará infectada por el ébola.
Mentiría si dijera que no me preocupa el tema, tengo miedo y lo digo sin avergonzarme de ello, pues este tema es, quizás, el más serio al que España se ha enfrentado en las últimas décadas. No es ser pesimista, es ser realista, el ébola se propaga día tras día, no tiene cura y la gente muerta se cuenta ya en África por miles. Ojalá tengamos suerte y no haya más infectados, ojalá todo este asunto quede en un susto, porque, de no ser así, la humanidad entera podría desaparecer en unos pocos años.
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