Un mujer bochornosamente machista
No se puede entender que una señora empresaria con seis hijos de familia pueda decir públicamente que prefiere contratar a mujeres que no vayan a tener descendencia. Esta mujer casada no es otra que Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios, que ya en el pasado mes de abril se vio obligada a pedir disculpas tras haber asegurado que los jóvenes sin estudios ni formación "no valen para nada y no deberían tener derecho a cobrar el salario mínimo interprofesional". Con sus declaraciones demuestra una actitud además de excesivamente crítica, un tanto déspota.
La señora presidenta, que parece querer dárselas de "enfant terrible", acaba de difundir con increíble desfachatez algunos de los tópicos más ariscos
sobre las mujeres trabajadoras: que ella prefiere contratar féminas menores de 25 años o mayores de 45, porque "por el medio, qué hacemos con el problema" y que "cuando una mujer se queda embarazada y tiene derecho a un tiempo por maternidad y vuelve a la escena del trabajo, durante muchos meses está blindada, lo haga bien, mal o regular".
Sostener tales necedades en un país como el nuestro, que atraviesa una crisis demográfica sin comparación, es la mejor forma de desmotivar la maternidad. El necio y retrógrado prejuicio de que una madre no puede ser una buena trabajadora, y viceversa, forma parte sustancial de una enorme ideología misógina. Las preferencias de la presidenta del Círculo de Empresarios sobre la contratación de mujeres comprendidas en ciertas edades, puede decirse que son bochornosamente machistas y proclama una discriminación que es totalmente ilegal.
No nos engañemos, los mejores años de trabajo son los acumulados por la experiencia. Parece que la señora Oriol desconoce que en los países escandinavos, por poner un ejemplo, las mujeres trabajan en edad fértil y tienen cargos, ya que pueden evidentemente armonizar y compaginar trabajo y familia.
En definitiva, baste observar a algunos empresarios de nuestro país, que tienen en sus nóminas a decenas de mujeres, para entender que Mónica Oriol es solo la lenguaraz portavoz de una España en regresión.
Estas no son unas declaraciones desafortunadas, estas son más bien unas afrentas en toda regla.
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