¿Qué me dice ahora, señora consejera?
Hace unos meses, concretamente el pasado mes de mayo, con motivo de la celebración de las elecciones al Parlamento europeo, quien esto suscribe sostuvo con la señora consejera de Agricultura, la praviana María Jesús Alvarez, un agrio encontronazo dialéctico.
Los hechos tuvieron lugar el mismo día de las elecciones, en el polideportivo de la villa. Un servidor, en sus funciones como apoderado de Podemos, se persona en este colegio electoral para comprobar que todo estuviera discurriendo con normalidad; tras presentar mis credenciales a la presidenta de una de las mesas, pasé al interior de una de las cabinas, comprobando que las papeletas de Podemos se hallaban medio escondidas, mientras que las de los grandes partidos, PP, PSOE, IU, FORO y UPYD, se encontraban todas juntas y en lugar bien visible. Una vez comprobada esta irregularidad, me dirigí de nuevo a la presidenta de la mesa para pedirle que corrigiese esa anomalía. En ese momento fue cuando entró en escena la señora consejera, que, sin nadie pedírselo, intervino para afear mi actitud, a la vez que, levantando la voz, me increpó públicamente diciendo textualmente: "Aquí, normalmente, la gente ya trae el sobre con su voto de casa, así que, Manolo, lecciones de democracia, las menos, sólo faltaría eso, que a estas alturas nos vinieras tú a dar lecciones de democracia".
Ahora, cuando su padrino político, el señor José Ángel Fernández Villa, está siendo acusado de un supuesto escándalo por ocultar a Hacienda millón y medio de euros, cuya procedencia aún se desconoce, se me ocurre preguntarle a la señora consejera de Agricultura si después de todo el escándalo que salpica a su partido en estos momentos (en el que, por cierto, usted lleva más de 20 años, viviendo y disfrutando de no pocos privilegios), ¿estaría hoy dispuesta a volver a recriminarme que no admite lecciones de democracia? Espero su respuesta, los ciudadanos seguro que se lo agradecerían.
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