Vivan las "caenas" o la defensa del aborto
Me veo en la necesidad y obligación morales de replicar al artículo publicado en LNE el viernes 10 de octubre de 2014 por doña Laura Díez en el que se congratula por la retirada del anteproyecto de ley para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada; pide la retirada del recurso de inconstitucionalidad interpuesto frente a la ley 2/2010, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo y, además, en el ámbito asturiano, solicita frenar (sic) la iniciativa legislativa popular (ILP Red Madre), cuyo objeto es establecer una red de apoyo a la mujer embarazada.
Su postura, resumiendo todos los tópicos del feminismo ya rancio (sólo falta esa expresión de ¡mi cuerpo es mío!, a desechar ya por evidentes argumentos biológicos) y de la ideología de género, me recuerda, dicho sea con todos los respetos, las expresiones de ¡vivan las caenas" proferidas con el regreso de Fernando VII tras la Guerra de la Independencia y la reanudación del sistema de Gobierno absolutista en su persona.
La cuestión realmente es bien sencilla: los defensores del que dicen aborto libre realmente a lo que tienen miedo es a la libertad, con mayúsculas.
Empezando por lo próximo a Asturias, por la ILP Red Madre. Se trata de la única iniciativa legislativa surgida de la sociedad civil asturiana en los 30 años de vigencia de su norma reguladora (lo que, por otra parte, habla muy poco a favor del legislador, que no está interesado en que los ciudadanos participen directamente en la elaboración de las leyes), que ha superado el filtro de la adhesión del número individual de personas firmantes (10.000 en Asturias, aunque se han conseguido 25.000); solamente por eso ya merece la necesaria atención del órgano legislativo. Como en el susodicho artículo lo cita expresamente, efectivamente la iniciativa es apoyada por don Ignacio Prendes, diputado de UPyD en la Junta General, que entendió perfectamente en qué se centra la cuestión planteada: en la libertad de la mujer, que, ante un embarazo imprevisto, ha de contar con toda la información, para no verse abocada exclusivamente al aborto como sucede hasta la fecha, sino también para que conozca las alternativas y ayudas que puede tener para llevar adelante su embarazo si así lo decide. Sólo siendo adecuadamente informada de las posibilidades con las que cuenta podrá decidir con libertad. ¿Se opone doña Laura a que las mujeres asturianas reciban información y apoyo para tomar libremente su decisión?
Respecto a la retirada del recurso de inconstitucionalidad frente a la vigente ley orgánica reguladora del aborto, la ley orgánica 2/2010, ¿qué decir de un texto que promueve el aborto de chicas menores de edad, que aparta a sus padres de ofrecerle consejo y apoyo ante una situación complicadísima, que abandona a la mujer ante el embarazo imprevisto, eximiendo al varón de cualquier responsabilidad, y que, además de sus veintidós artículos, dedica siete al aborto y quince a la introducción transversal de la ideología de género? ¿Qué decir, en fin, de un texto que consagra el derecho a matar? Recordemos que en ninguna legislación del mundo, salvo la española, el aborto es considerado como un derecho.
Es preciso demandar, pero al Tribunal Constitucional, una rápida respuesta estimatoria al recurso para eliminar de nuestro ordenamiento jurídico una norma tan inicua como ésa.
Finalmente, respecto a la retirada del anteproyecto de ley, bien denominado de protección del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, hemos de lamentarla, al contrario que la señora Díez, pues se ha perdido una oportunidad de reintroducir una cierta cordura en la legislación reguladora del aborto. Y digo cierta cordura pues los que nos consideramos provida siempre entenderemos el aborto como un crimen, si bien reconocemos la necesidad de regular circunstancias que eximan de responsabilidad penal en determinados supuestos (cosa que el anteproyecto regulaba). Esta espantada, como la ha calificado el presidente del Foro Español de la Familia, don Benigno Blanco, supondrá, sin perjuicio de otras consecuencias electorales, que, como parte de la sociedad civil, redoblaremos nuestros esfuerzos a favor de la vida, la familia y la libertad, todas ellas con mayúscula, para convencer a nuestros conciudadanos de la bondad de los principios que defendemos.
José Luis Lafuente Suárez
Abogado
Vicepresidente del Foro Asturiano de la Familia
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