¿ONUficar criterios cambio-climáticos?
Cambio es toda modificación, referenciada en parámetros o modificaciones fenomenológicas; el adjetivado como climático, de creciente popularidad y con notables acentuaciones de populismo en su gestión sociopolítica, forma parte de una hipótesis geocientífica real y global, para la que se quiere buscar exactitud temporal y geográfica, con algoritmos referidos a aumentos de temperatura –calentamiento global–, fluctuaciones de líneas de costa, extensión de contaminaciones, desaparición de especies y otros etcéteras. Los valores que se desean popularizar o politizar son tan variados, más allá del cambio de nexo geo-histórico, que empieza a resurgir la idea de que se trata de cambios "enigmáticos". Las conocidas como fluctuaciones de valores que se producen en cualquier hipótesis científica pueden ser la explicación a tantas variaciones como surgen al querer enfocar con exactitud el llamado cambio climático, para la tierra de tan larga ascendencia y con dinámica semejante a la propia de un megarreactor nuclear. Activo a partir de tiempos geológicos y activado intermitentemente, desde el interior profundo, exterior meteorológico y extraterrestre. También debido a la sobredimensionada tecnología requerida por el desarrollo global, en cada vez más ámbitos de la tierra.
Admitido que el cambio climático global aparece como una hipótesis enigma temporal, por falta de suficientes datos globales y su interpretación, cabe utilizar la "contra hipótesis", de que estamos ante cambios secuenciales fluctuantes de difícil seguimiento apreciativo y cuantificable referido al futuro inmediato y mediato de sus cambios. La comunidad científica debe estar preparada para responder a estas "fluctuaciones climáticas permanentes" y más complejas que las conocidas como estaciones.
Las respuestas al sobradamente conocido cambio climático enigmático deben ser: más sensores establecidos por el amplio mundo, que sensibilizaciones amedrentadoras político-sociales interesadas, para hacer el camino entre la hipótesis y enigmas del cambio, que se quiere convertir además en verdad arrojadiza. Últimamente se están pretendiendo "ONUficar" significados y criterios de actuación respecto a las connaturales fluctuaciones que siempre acompañaron modificaciones del entorno del clima. La unificación de criterios de estudio y análisis práctico de resultados será difícil, pero perceptible, si se tienen en cuenta las fluctuaciones, acompañante habitual de cualquier hipótesis de cambio. "ONUficar" cual se pretende en multiplicadas reuniones resultará muy difícil, al tener que valorar intereses económicos globales, lábiles y también enigmáticos. La hipótesis del cambio climático se mueve entre los resultados de los estudios científicos con enigmas (falta de datos y sistemas de tratamiento interpretativo) y los más que empatizados intereses político-económicos. El momento requiere no sobrepasar la sensibilización y continuar la toma de datos de forma responsable, cordial y humilde en las apreciaciones por parte de los estudiosos, deben reflexionar más sobre la trascendencia de las fluctuaciones, antecedentes y consecuentes, a cualquier cambio climático efectivo, recreador o destructivo. Las actuaciones contra la parte enigmática ligada al engrandecido cambio climático son la limpieza de espacios naturales, control del crecimiento y desarrollo, por zonas, referidos a las complejas escalas de referencia estacionales, fluctuantes y catastróficas.
José Antonio Martínez-Alvarez,
catedrático emérito de Geología Aplicada en la Escuela de Minas de Oviedo
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