Pobre del que esté enfermo
Quiero contar públicamente una situación que me parece lamentable. Mi marido se llama Adolfo Sánchez Fresno, hace tiempo que sufre problemas de columna, pero se agrava impidiéndole desarrollar su trabajo habitual (panadero-amasador). Visto en el HUCA mediante TAC lumbar, el traumatólogo le dice que tiene una artrosis severa degenerativa bastante importante, después de hacer una resonancia por lo privado, pues por la Seguridad Social supone muchos meses de espera. La conclusión, según el juicio clínico del doctor López-Fanjul, si se analizan las imágenes de la RM lumbosacra, es que se aprecia degeneración y pinzamiento de todos los discos del espacio lumbar, así como sinovitis en la interapofisaria izquierda en el nivel L3-L4 y degeneración importante de las interapofisarias L4-L5 y L5-S1, y dice que esta patología lumbar cursa con dolor, que se incrementa en situación de bipedestación estática o si tiene que coger pesos aun livianos, y que las posibilidades terapéuticas quirúrgicas están descartadas, ya que al afectar a todo el segmento se desestima. Además, padece una lesión en un hombro y la ecografía deduce que tiene rotura intrasustancial del supra espinoso por rozamiento contra el acromio, que presenta una exostosis y secundariamente pinzamiento del espacio; ésta puede ser subsidiaria de tratamiento quirúrgico, acromioplastia, pero la lesión del tendón es irreparable, estimándose que persista el dolor y la limitación si se realiza la cirugía descrita y del cual estuvo haciendo rehabilitación con pobres resultados.
Es indignante cómo algunos profesionales de la medicina menosprecian lo que tiene un paciente cuando se supone que están para todo lo contrario. Señores, como en este caso, con 61 años y 38 cotizados, de los cuales pueden contrarrestar las veces que estuvo de baja médica (siempre en panadería La Portalina) y que ahora, tras agotar el año correspondiente, nadie le haga caso, pues la señora inspectora del ambulatorio Puerta La Villa, aunque le reconoce que tenga dolores, da orden de prohibir bajas médicas, no sé si por mandato superior o por capricho personal. A mí, particularmente, esto me parece delito, pero en este país es ilegal ser legal.
Por favor, no jueguen con la salud de la gente, no vale el acorralar de esta manera, cada día se oyen casos que es vergonzoso, y les digo tanto al equipo de valoración de incapacidades como a los ilustrísimos señores magistrados que no podrán tener ustedes la conciencia muy tranquila, no sé si es fácil el sentarse en una silla y juzgar, pero seguro que no es un esfuerzo físico, les deseo el mismo bien. Y a la juez que dio la primera sentencia, que miente cuando dice que la mutua patronal (Ibermutuamur) habla en las conclusiones de una afectación moderada, cuando en los informes nos consta que es muy grave, con una discapacidad entre el 60-80 por ciento.
Sólo me queda por agradecer a la panadería La Portalina por la consideración y la predisposición que han tenido con mi marido durante estos meses.
Merce Rivero García
Villaviciosa
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