La pobreza en las grandes ciudadades
En las grandes ciudades se nota más la pobreza. Si te sientas en una terraza, seguro que se acercarán los mendigos. Si viajas en el tren o en el metro pasa lo mismo. Si andas distraído por la calle, seguro que alguien te pide una moneda. Si te paras en el semáforo, frecuentemente hay alguna persona que espera que seas generoso. Si descansas en tu coche con los cristales bajados, es posible, que pase lo mismo.
En las grandes ciudades nos protegemos, porque esta gente que pide nos molesta y no nos sentimos seguros. Por eso, cerramos la puerta de casa, hacemos menos vida de calle, subimos los cristales del coche, y a menudo rodeamos nuestra casa con una valla o nos protegemos con una alarma.
La gran diferencia entre ricos y pobres nos quita seguridad. La globalización ha aumentado esta diferencia. Nos fastidia la pérdida de libertad. Nos debería fastidiar la pobreza extrema.
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